Hoy vamos a detenernos a conocer los beneficios que nos aporta la práctica del pranayama, porque descubrirás que tiene un efecto muy profundo en tu cuerpo físico, y a través de él, también en tu mente y energía.
No se trata de beneficios específicos de un tipo de respiración, como veíamos al inicio del podcast, sino de qué ventajas te aporta la práctica continua y disciplinada de pranayama, incluyendo aquí cualquiera de las técnicas que hemos visto y aprendido.
Al final haremos juntos una meditación para equilibrar los glóbulos rojos y blancos. ¡No te la pierdas!
Contenido
- Qué es pranayama y sus beneficios. Minuto 5:13
- Beneficios del pranayama a nivel físico (I):
- Aparato respiratorio
- Aparato digestivo
- Aparato circulatorio
- Meditación para equilibrar los glóbulos rojos y blancos. Minuto 15:06
Transcripción:
A la hora de practicar, muchas veces nos perdemos en detalles y en prácticas concretas, olvidando los aspectos más básicos y generales. Por eso en este episodio quiero detenerme a recordar los principales beneficios del pranayama, para que tengas una idea muy clara de la importancia de esta práctica.
¿Qué es pranayama y sus beneficios?
Antes de comenzar, me gustaría aclarar que con pranayama nos referimos al conjunto de técnicas de respiración que se originaron en la antigua India, y se emplean dentro de la práctica de yoga. Se considera una ciencia de control de la respiración y se basa en la comprensión de que la respiración es una fuente de energía vital, ya que nos nutre de prana, y por ello la forma en que respiramos puede influir en nuestra salud y estado físico, mental y espiritual.
En los primeros episodios de este podcast vimos numerosos beneficios de la respiración, refiriéndonos a la respiración completa. Hoy no estamos hablando de ninguna técnica en particular, sino del conjunto de todas ellas, y sobre todo, de su práctica comprometida y constante.
Y es que el pranayama implica el control consciente y deliberado de la respiración, a través de una variedad enorme de técnicas que pueden incluir desde respiraciones profundas y lentas, a otras rápidas, fragmentadas, retenidas o alternas. Todas estas técnicas que hemos ido descubriendo a lo largo del podcast, se practican con el objetivo de equilibrar, purificar y regular el flujo de prana en el cuerpo, así como calmar la mente y mejorar la salud en general.
El pranayama se considera por tanto una parte integral del sistema del yoga, que busca unir la mente, el cuerpo y el espíritu para lograr un estado de bienestar y armonía. Se sabe que tiene numerosos beneficios en la salud física, como vamos a descubrir enseguida, pero también en la salud mental, e incluso espiritual, aunque estos últimos los veremos en próximos episodios. Son tantos los beneficios y tan interesantes, que no es suficiente un solo capítulo para hablar de todos ellos.
Aún así debes tener en cuenta que es importante siempre practicar bajo la guía de un instructor cualificado, ya que algunas técnicas pueden requerir cierto nivel de experiencia y conocimiento. Además, el pranayama puede no ser adecuado para todas las personas, especialmente aquellas con ciertas condiciones de salud, por lo que siempre es importante consultar con un médico o profesional de la salud antes de comenzar cualquier nueva práctica.
Beneficios del pranayama a nivel físico
Vamos a comenzar a descubrir los beneficios del pranayama en el plano físico, pero pese a que hablemos desde nuestro cuerpo desde este punto de vista, no debemos olvidar que en el fondo la materia es energía, y así es cómo el pranayama puede beneficiar nuestra salud. Con la práctica todo nuestro cuerpo se va refinando y transformando. La energía fluye de forma adecuada, los bloqueos e impurezas desaparecen, los sentidos y la mente se relajan, y de este modo podemos volvernos más intuitivos y más conscientes de nosotros mismos y de todo nuestro potencial, alejándonos de la negatividad, manteniéndonos más estables y centrados.
El fin último de la práctica de pranayama es elevar nuestra conciencia, equilibrando nuestras energías pránicas y mentales. De hecho, se dice que los beneficios físicos no son más que una consecuencia fortuita. No podemos decir que sean el objetivo, pero lo cierto es que están ahí y no hacen daño a nadie, más bien todo lo contrario. Además, si nuestro objetivo es el desarrollo de la conciencia, qué mejor que partir de un cuerpo fuerte y saludable. Por eso vamos a comenzar por descubrir todos los beneficios físicos del pranayama en tu cuerpo, ya que se ha estudiado y demostrado científicamente cómo la práctica de pranayama afecta y beneficia a todos los sistemas y funciones del organismo.
Aparato respiratorio
A nivel respiratorio, el pranayama implica siempre una respiración consciente y profunda, lo que tiene enormes beneficios.
En primer lugar, fortalece los músculos respiratorios, incluyendo el diafragma, los músculos intercostales y también aquellos secundarios. El fortalecimiento de estos músculos puede mejorar la eficiencia de la respiración y promover a su vez una respiración más profunda y completa.
Y no sólo eso, sino que además este trabajo sirve como entrenamiento y prepara a los músculos respiratorios para el resto del día, de forma que no sólo te puedes beneficiar mientras estás realizando la práctica, sino que el efecto se prolonga tiempo después, ya que sirve para ir creando el hábito en tu cuerpo, y mejorar tu respiración de forma natural.
El pranayama también mejora y aumenta la capacidad pulmonar mediante el uso consciente y completo de todo el volumen de los pulmones, expandiéndolos hasta su máxima capacidad. Durante la práctica de pranayama expandimos y contraemos plenamente los pulmones, lo que hace que aumenten su capacidad y elasticidad, y se mejore la oxigenación del cuerpo, promoviendo una respiración mucho más saludable y efectiva, esencial para la salud del aparato respiratorio y de todo el organismo en general.
Dependiendo de la técnica empleada puede variar mucho el tiempo de las diferentes fases de la respiración, la inhalación, exhalación y retención. Pero en general, podemos afirmar que durante estas respiraciones, el aire tiene más tiempo para entrar en contacto con la sangre en los capilares sanguíneos, y, por tanto, el intercambio de gases se ve muy favorecido.
Y por último, la práctica regular de pranayama puede ayudar a equilibrar y regular la función respiratoria. Esto implica calmar la respiración, reducir la hiperventilación y mejorar la eficiencia respiratoria. Como ya sabes un mejor control de la respiración tiene efectos muy beneficiosos en la salud respiratoria en general, incluyendo una mejor gestión del estrés y la ansiedad.
En realidad, pese a que hoy nos centramos en los beneficios físicos, y dentro de ellos vamos a ir viendo cada sistema o aparato por separado, podrás comprobar en todo momento como no existen unos límites del todo claros o cerrados, ya que todo en el cuerpo funciona de forma conectada.
Aparato digestivo
Pasando a la digestión, podemos afirmar que es una de las grandes beneficiadas de la práctica de pranayama, ya que a través de las diferentes técnicas, masajeamos todos los órganos en la cavidad abdominal: estómago, hígado, páncreas, intestinos y riñones.
Se trata de movimientos sutiles del diafragma y los músculos abdominales, que tienen un efecto de masaje en los órganos del aparato digestivo. Este suave masaje ayuda a mejorar su función y, sobre todo, a aliviar la congestión o el estancamiento en el tracto gastrointestinal.
Piensa que los órganos abdominales son los encargados de todo el proceso de la digestión, incluyendo la asimilación, pero también la eliminación. Aquí todas estas funciones se ven beneficiadas por igual, ya que el masaje tonifica los órganos, músculos y nervios de la zona abdominal, favoreciendo su correcto funcionamiento.
Como siempre, hay técnicas específicas para ello, pero recuerda que hoy estamos hablando en términos generales, y no importa qué tipo de respiración estés practicando, sea cuál sea la técnica, tu sangre va a ser más rica en nutrientes, la absorción y la asimilación van a ser más eficientes, y desaparecerán los problemas de eliminación, en especial el estreñimiento.
El pranayama también ayuda a los sistemas circulatorio y linfático, lo que repercute positivamente en el aparato digestivo. Una mejor circulación sanguínea ayuda a mejorar la función digestiva y promover una mejor absorción de nutrientes en el tracto gastrointestinal. Y una mejor función del sistema linfático ayuda a mejorar la salud digestiva en general, asegurando la eliminación de toxinas y desechos del cuerpo, manteniendo además un equilibrio adecuado del sistema inmunológico.
También hay muchos problemas digestivos que son causados por el estrés o la ansiedad, como indigestión, acidez estomacal y otros trastornos gastrointestinales. Al respirar de forma consciente podemos reducir el estrés y la ansiedad, yendo al origen del problema para eliminar la tensión, contribuyendo a una mejor salud digestiva.
Además, el pranayama estimula el sistema nervioso parasimpático, que es el responsable de la respuesta de «descanso y digestión» del cuerpo. Esto promueve la relajación y el equilibrio, ayudando de nuevo a mejorar la digestión y la absorción de nutrientes.
Aparato circulatorio
En relación al aparato circulatorio, que es el último que vamos a ver hoy, del resto hablaremos en el próximo episodio, ya hemos visto cómo el pranayama mejora la circulación sanguínea y la oxigenación de los tejidos, pero tenemos que volver a hablar de ello, ya que tiene un efecto muy positivo en la salud cardiovascular.
Una oxigenación adecuada es esencial para el buen funcionamiento del sistema circulatorio, ya que al final, su objetivo es transportar el oxígeno a través de la sangre, para que llegue a cada célula, órgano y tejido del cuerpo. Al mejorar la oxigenación de la sangre ayudamos a mantener una buena salud cardiovascular y mejoramos la función del sistema circulatorio en general.
Pero mediante la práctica de pranayama no sólo mejoramos la calidad de la sangre, sino también su flujo, estimulando la circulación. Esto mejora la entrega de oxígeno y nutrientes a cada parte del cuerpo, así como la eliminación de los productos de desecho.
Además debemos destacar el suave masaje que el movimiento de los pulmones da al órgano del corazón, al igual que sucedía en la zona abdominal, y también la capacidad de la respiración para reducir la presión sanguínea y la disfunción arterial, reduciendo el esfuerzo y la presión en el corazón. Un diafragma fuerte y una respiración adecuada pueden aliviar la carga del corazón, mejorando la circulación sanguínea y promoviendo la salud cardiovascular.
Hay numerosos estudios que demuestran cómo la práctica de pranayama es extremadamente beneficiosa para el corazón. Y más en concreto, cuando trabajamos con el ratio 1:2, ya que potencia el efecto relajante de la exhalación, calmando los músculos en el corazón, sin necesidad de reducir la cantidad de oxígeno introducida.
Al final es siempre como un bucle, si respiramos de forma más lenta podemos sentirnos más calmados, y a la vez, desde esa tranquilidad, podemos hacer respiraciones más profundas y de mayor calidad, lo que nos lleva de nuevo al punto de partida.
Son muchos los beneficios de practicar pranayama, de hecho continuaremos hablando de ellos al menos en dos episodios más, pero lo más importante es que recuerdes siempre respirar conscientemente, y mantener una práctica constante.
Meditación para equilibrar los glóbulos rojos y blancos
- Para abrir el espacio: siéntate con la espalda recta, coloca las manos en el mudra de plegaria y canta 3 veces Ong Namo Guru Dev Namo.
- Postura: sentado en postura fácil (Sukhasana), preparas el mudra de Cristo en cada mano, extendiendo los dedos índice y corazón, y recogiendo el resto con el pulgar. La mano derecha la vas a colocar al lado de la cabeza, como si estuvieras tomando un juramento. El codo se mantiene doblado al lado del cuerpo, pero está relajado. El antebrazo queda en perpendicular al suelo. El brazo izquierdo, en cambio, se coloca paralelo al suelo y los dos dedos que están estirados en la mano izquierda tocan el centro del corazón. Mantén en todo momento la columna recta y los brazos bien estirados.
- Respiración: lenta y completa, llevando el aire desde la nariz hasta el tercer ojo, y desde ahí al centro del corazón.
- Ojos: enfocados en la punta de la nariz o cerrados.
- Tiempo: 11 minutos.
- Para terminar: inhala y exhala profundamente un total de 3 veces y después relaja completamente.
- Para cerrar el espacio: recita el Eterno Sol “que el Eterno Sol te ilumine, el amor te rodee y la luz pura interior, guíe tu camino” y canta 3 veces Sat Nam.