¿Problemas a la hora de acallar la mente? ¿Tus pensamientos te atosigan y parecen no terminar nunca? Descubre en este episodio cómo la respiración te puede ayudar a encontrar la paz y tranquilidad dentro de tu cabeza.
Si quieres convertir a tu mente en tu mejor aliada, olvídate de seguir luchando contra ella, y acompáñame en este episodio. Te cuento cómo lograrlo muy fácilmente.
Además podrás experimentarlo por ti mismo con una meditación para calmar la más activa de las mentes. ¡No serás el mismo al terminar!
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Contenido
- La mente como herramienta a nuestro servicio.
- Es posible cambiar.
- Importancia de entrenar la mente.
- Relación de la mente y la respiración.
- Beneficios mentales de la respiración completa:
- Aumenta el nivel de oxígeno en el cerebro.
- Beneficia a la glándula pituitaria.
- Limpia y activa el sistema nervioso.
- Ayuda a romper patrones negativos de pensamiento.
- Crea hábitos nuevos.
- Modifica la forma en que percibimos el dolor.
Transcripción
Desde el Yoga sabemos que el ser humano se compone de cuerpo, mente y espíritu. Las tres partes son igual de importantes, en el sentido de que no podemos prescindir de ninguna de ellas. Pero el cuerpo y la mente nos son dados en esta encarnación, son finitos, mientras que el espíritu o el alma son infinitos. Continúan su viaje y aprendizaje una vez que hemos abandonado este cuerpo. Por ello, el cuerpo y la mente son herramientas del espíritu, y deben estar a su servicio. Son instrumentos que se te dan para poder vivir en este mundo, pero en ningún caso son tus dueños y no deben dirigir ellos toda tu vida. Por tanto, la mente es una herramienta que debe estar a nuestro servicio, pero lamentablemente no suele ser así.
Puedes hacer una prueba, cierra los ojos y comprueba en qué zona de tu cuerpo te sientes. Pese a que podamos sentir nuestro cuerpo al completo siempre nos sentimos posicionados y ubicados en una pequeña zona dentro de él. Para la mayor parte de la gente esa zona va a ser la cabeza. Solemos estar muy arriba, demasiado metidos en nuestros pensamientos, y terminamos viviendo únicamente desde la mente, lo que nos lleva a grandes desequilibrios.
Piensa ¿cuántas veces te ha dirigido tu mente a ti? ¿Cuántas veces tus pensamientos te persiguen, te atosigan y no te dejan ir en la dirección que tú quieres?
“Nuestra mente limitada es nuestra enemiga y nuestra mente ilimitada es nuestra mejor amiga. Cuando te vuelves un esclavo de la mente, ella te limitará. Cuando la usas, te traerá el universo completo.”
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Así que lo primero que debemos tener en cuenta es que podemos usar la mente a nuestro favor. Para ello debemos entrenarla, y la forma más rápida de hacerlo es a través de la respiración.
La mente por sí sola es increíblemente activa y tiende a la dispersión. No nos lleva a ningún sitio, de hecho, lo que hace es complicarnos más. Lo habrás experimentado muchas veces. Pero lo bueno es que si tú le das una guía a la mente, ella la sigue y es capaz de entrar rápidamente en nuevos patrones.
Por eso el yoga es tan efectivo, porque la mente sigue siempre al cuerpo y a la respiración, digamos que se deja llevar por ellos. Esto podemos emplearlo a nuestro favor, pero debemos hacerlo de forma muy consciente, ya que si apartamos nuestra concentración e intención, todo vuelve a funcionar de forma automática, y vuelve a las andadas.
La postura y la respiración se afectan directamente el uno al otro. Si en nuestra meditación mantenemos el cuerpo inmóvil y la postura erguida, es más fácil que la mente se concentre. Te habrá ocurrido al comenzar que surgen un montón de pensamientos y distracciones, que no son más que eso, un intento de la mente de salir de la disciplina que le estás imponiendo. Ella quiere ir por libre, y en un principio se revela, pero si te mantienes firme, termina accediendo y relajándose.
Sin embargo, ocurre lo contrario cuando mantienes una postura relajada, y vas perdiendo la intención. Cuando abandonas el control de tu cuerpo creas la oportunidad de que tu mente vuelva a vagar libremente, ya que la mente siempre va a seguir la actitud del cuerpo.
Lo mismo ocurre con la respiración, gracias a ella podemos guiar muy fácilmente a la mente. En el momento en que tenemos que estar concentrados en el movimiento o ritmo de la respiración, estamos dando un enfoque muy claro a la mente, que no puede distraerse con otra cosa. Podrás reconocerlo en aquellas meditaciones que te marcan un patrón en el que tienes que respirar durante unos segundos específicos, o que te indican que alternes entre la boca y la nariz. Si estás realmente atento a la cuenta de los tiempos, o al patrón que debas mantener, verás como la mente se mantiene perfectamente enfocada y entra en la meditación.
Después de meditar o practicar las respiraciones sentirás que la niebla y el ruido desaparecen de tu mente, todo se hace más nítido y accesible.
Estarás más enfocado, más concentrado, tus ideas estarán claras y podrá tomar las mejores decisiones.
La respiración completa nos aporta muchos beneficios en el plano mental. Pero lo más importante a tener en cuenta es que podemos cambiar. Esto es algo que se va aprendiendo de forma natural al hacer yoga y meditar.
Porque la mayoría de la gente se queda en el “yo pienso así” o “yo soy así” y se escuda en ello para no hacer ningún esfuerzo en cambiar. O a lo mejor creen que realmente no hay posibilidad de cambio. Pero eso no es así.
Obviamente cada uno tenemos nuestra naturaleza, y yo durante muchos años de mi vida he sido de las personas más negativas y nerviosas que hay. Tengo esa tendencia, pero después de todos los años que llevo practicando he experimentado grandes cambios, y he visto en primera persona cómo es posible transformar cualquier estado.
Entonces lo primero es saber que podemos cambiar, que es posible y está en nuestras manos.
Después hay que ser capaz de reconocer cuando estamos atravesando estados de preocupación, desorientación o bloqueo mental. Para tomar la decisión consciente de salir de ellos.
La respiración completa puede ayudarnos a todo ello. Primero, como hemos visto en tantas ocasiones, nos permite muy fácilmente conocer nuestro estado. Al llevar la atención hacia ella estamos más en contacto con nuestro interior y todas nuestras sensaciones, pensamientos y emociones.
Una vez que somos conscientes de que hemos perdido el control, el equilibrio o el bienestar, podemos recuperarlo fácilmente a través de una respiración lenta y profunda. Así calmamos nuestro sistema nervioso, oxigenamos el cerebro, liberamos las emociones y volvemos a sentirnos tranquilos y estables.
Además, la respiración completa tiene todos estos beneficios y efectos en la mente:
- Aumenta el nivel de oxígeno al cerebro, de forma que puedes sentirte más alerta y vital
- Beneficia a la glándula pituitaria, por lo que aumenta la intuición
- Limpia y activa el sistema nervioso
- Ayuda a salir de bucles de pensamiento, rompe los patrones negativos
- Crea nuevos procesos de pensamiento, estableciendo patrones y hábitos nuevos, más positivos
- Modifica la forma en que percibimos el dolor, llegando a eliminarlo
Meditación: Para calmar la más activa de las mentes
- Para abrir el espacio: canta 3 veces el mantra Ong Namo Guru Dev Namo
- Posición: Postura Fácil (Sukhasana). Sentado, con las manos en cualquier postura meditativa
- Ojos: enfocados en la punta de la nariz.
- Abre la boca tanto como puedas, apoya la lengua en la parte superior del paladar, manteniendo el contacto con él. Respira a través de la nariz.
- Tiempo: 3 – 5 minutos
- Para terminar: inhala profundo, exhala y relaja.
- Para cerrar el espacio: recita el Eterno Sol “que el Eterno Sol te ilumine, el amor te rodee y la luz pura interior guíe tu camino” y canta 3 veces Sat Nam.