Nos adentramos en terrenos sutiles, y es que para comprender el verdadero valor de tu respiración más allá del simple intercambio de gases en los pulmones, necesitas conocer el Prana, la energía o fuerza vital.
Es algo que el Yoga conoce muy bien, así que en el episodio de hoy vamos a introducirnos en este concepto y a descubrir todo su valor.
Y además vas a realizar una meditación basada en la energía pránica.
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Contenido
- Diferentes definiciones del Prana
- Prana como fuerza o energía vital que sostiene la vida de todos los seres y todos los procesos naturales
- Ejemplo: historia védica
- Si no hay Prana no hay vida
- Mucho más que aire y oxígeno
- Conciencia, conocimiento y conexión

Transcripción
En el Yoga la respiración es inseparable del concepto de Prana, ya que es la forma principal que tenemos para nutrirnos de él.
Se han dado muchas definiciones de Prana como energía existente en todos los niveles del universo; energía física, mental, intelectual, sexual y cósmica; energía vibrante; potencial oculto en los seres vivos; luz y magnetismo; motor de todas las acciones; vigor, vitalidad; principio de conciencia,…
Si hay una cosa clara es que el Prana es energía, pero lo cierto es que incluye todas las definiciones anteriores y podría explicarse como “una fuerza o energía vital que sostiene la vida de todos los seres, así como todos los procesos naturales.”
A lo mejor te resulta más fácil de entender teniendo en cuenta que es la misma energía que se llama chi en oriente, y se emplea en taichi, reiki, o feng shui. Son el mismo principio, siendo ambos conceptos equivalentes a la energía vital que es responsable de mantener vivo a cada organismo, así como la vida en todo el universo.
El Prana es vida, pero no sólo eso, también conciencia. Aquí puede ayudarte el concepto de “fuerza” de la Guerra de las Galaxias. Todos estamos familiarizados con ese campo de energía que está presente en todo, que nos mantiene unidos, y que puede ayudarnos a desarrollar todo nuestro potencial. Como ves el Prana no nos es tan ajeno en realidad, es sólo que no lo conocíamos con este nombre.
Por si acaso, para entenderlo mejor hay una historia védica muy bonita que quiero contarte, es una historia que aparece en los Upanishads:
“Las cinco facultades de nuestra naturaleza, la mente, la respiración (prana), el habla, el oído y la vista, discutían entre sí cuál de ellas era la mejor y la más importante. Esto refleja el estado humano ordinario en el que nuestras facultades no están integradas, sino que luchan entre sí, compitiendo por su dominio sobre nuestra atención. Para resolver esta disputa, decidieron que cada uno dejaría el cuerpo y verían a quién echaban más de menos.
Primero el habla abandonó el cuerpo, pero éste continuó pese a estar mudo. Luego se fue la vista, pero el cuerpo continuó pese a estar ciego. Después se fue el oído, pero el cuerpo continuó pese a estar sordo. La mente se fue, pero el cuerpo continuó aunque inconsciente. Finalmente, el prana comenzó a irse y el cuerpo comenzó a morir, y todas las demás facultades empezaron a perder su energía. Entonces todos corrieron a decirle al prana que se quedara. Y así Prana ganó la discusión. El Prana da energía a todas nuestras facultades y sin ella no hay vida.”
Esta es la principal conclusión, sin Prana no hay vida. Es obvio y sutil a la vez. Porque solemos asociar el prana a la respiración, pero es mucho más que aire y oxígeno. Puedes entenderlo muy claramente con un ejemplo que nos pone Yogi Bhajan:
«El Prana llega a través del aire. Algunos creen que es oxígeno. Eso no es cierto. El oxígeno siempre está ahí. Si bombeas un cuerpo con oxígeno, vivirá una persona para siempre?»
YB
Interesante reflexión verdad? Y un ejemplo clarísimo de la diferencia entre el prana y el oxígeno. El Prana es la esencia que alimenta nuestras vidas y nuestra conciencia. Cada movimiento del cuerpo, cada proceso biológico, pensamiento o emoción, es posible gracias al Prana.
El Prana además nos une y conecta a todos los seres vivos. Es la energía que nos sostiene a todos, que hace posible nuestras existencias, da igual lo diferentes que sean éstas. Todos bebemos de la misma fuente, y así, gracias al Prana tomamos la energía de la fuente original.
Pero no sólo energía y conciencia, también conocimiento. Si partimos de la idea de que en el universo ya existe todo, a través de la respiración podemos enchufarnos a esa “red universal de sabiduría”. En realidad para mí lo más importante a tener en cuenta con la idea del prana es la conexión. A través de él nos llega todo lo que necesitamos para estar vivos, y desarrollar nuestro potencial, tanto humano como espiritual. De hecho es la puerta a la espiritualidad, es una energía muy sutil que nos da acceso a esos planos aparentemente invisibles.
Todo esto es difícil de explicar con palabras, así que lo mejor es que comiences tu práctica y dejes que a través de ella se vayan asentando todas las ideas y se vaya refinando tu sensibilidad.
Meditación: para conectar con la energía pránica

- Para abrir el espacio: canta 3 veces Ong Namo Guru Dev Namo
- Postura: sentado en Postura Fácil (Sukhasana). Cierras las manos en puños, dejando los dedos índices extendidos. Éstos se cruzan superponiendo los nudillos medios, el dedo derecho queda arriba, la palma derecha mira hacia abajo. Ambas manos se mantienen al nivel del diafragma. Los dedos índices muy rectos y estirados, no pierden en ningún momento el contacto. Sentirás frío en ellos.
- Patrón de respiración: Inhala lento durante 15 segundos por la nariz y exhala lento 15 seg por la boca, sin silbar. No lo hagas nunca con una respiración rápida.
- Medita en tu propio Prana, a través de la respiración.
- Tiempo: 11min máximo.
- Para terminar: inhala profundo, sostén el aire dentro mientras bloqueas los dedos y estiras la columna. Exhala y relaja.
- Para cerrar el espacio: recita el Eterno Sol “que el Eterno Sol te ilumine, el amor te rodee y la luz pura interior guíe tu camino” y canta 3 veces Sat Nam