Hoy me gustaría relacionar dos partes de nuestro cuerpo que en principio pueden parecerte completamente distintas, para descubrir que no lo son tanto. Vamos a hablar así de la respiración y el sistema inmune, descubriendo cómo se afectan y apoyan el uno al otro.
Ten en cuenta que la respiración favorece el funcionamiento de cualquier otro órgano o sistema, y que llega mucho más allá de los pulmones. En este episodio la acompañaremos a través del sistema inmunológico, para conocer cómo beneficia a nuestras defensas y estado de salud.
Además, lo llevaremos directamente a la práctica, haciendo al final una meditación con un pranayama para sacar la enfermedad. ¡No te la pierdas!
Contenido
- Qué es el sistema inmune.
- Beneficios de la respiración para el sistema inmune.
- Filtro de patógenos y sustancias nocivas.
- Oxigenación.
- Circulación linfática.
- Relajación.
- Meditación: pranayama para sacar la enfermedad.

Transcripción
A lo largo de este podcast hemos ido hablando de los diferentes beneficios que nos aporta la respiración. Hoy vamos a continuar tratando este tema, enfocándonos de forma especial en la relación entre la respiración y el sistema inmune.
Es algo que a nadie le puede resultar extraño, ya que todos hemos experimentado en los últimos años lo que supone que limiten nuestra respiración, con todo el tema de las mascarillas, y también desgraciadamente, lo que implica ver disminuida, o en peligro, nuestra salud.
Pero aún así me gustaría que tuvieras en cuenta que todo lo que vamos a ver hoy es importante siempre, no es algo relativo únicamente al virus y la pandemia.
Qué es el sistema inmune
Para comenzar vamos a revisar qué es el sistema inmune, ya que pese a su enorme importancia, es uno de los grandes desconocidos en el organismo.
Físicamente se compone del sistema linfático (formado por la linfa, vasos y ganglios), los glóbulos blancos, la médula ósea, la glándula timo, el bazo, y todas las barreras físicas, como la piel.
A priori puede parecer que son partes del cuerpo inconexas, pero lo cierto es que todas ellas trabajan juntas para proteger tu cuerpo, impidiendo la entrada y expulsando todo aquello que pueda resultar nocivo para él. De esta forma reconoce, identifica y elimina los patógenos que causan la enfermedad, desequilibrio o malestar.
Es un sistema de alerta, protección y defensa, y ayuda también a promover la relajación y el bienestar.
Y desde un punto de vista energético, no sólo nos permite disfrutar de salud y vitalidad, sino que también nos ayuda a establecer nuestros límites personales. Ya que determina qué nos pertenece a nosotros, y que no.
En relación a esto, a modo de curiosidad, el sistema inmune se vincula al sexto de los cuerpos con los que trabaja Kundalini Yoga, que es el Arco de luz. Y este es precisamente quien gobierna la energía de todo este año, ya que la suma de todas las cifras en 2022 da como resultado 6.
No quiero entrar en detalles en esto, ya que justo te hablaba de ello en el vídeo sobre la numerología de este año en YouTube, y también tienes a tu disposición todo el curso de Numerología Tántrica en la Escuela de Yoga Online. Tan sólo me interesa que te quedes con que este año es crucial que cuides tu sistema inmune, y que prestes especial atención a tu salud general, sin esperar a enfermar para hacerlo.
Filtro de patógenos y sustancias nocivas
Y para ello es fundamental que cuides tu respiración, ya que está íntimamente ligada a tu respuesta inmunológica. En primer lugar, las vías respiratorias pueden servir como una entrada directa a nuestro organismo a todo tipo de patógenos y sustancias nocivas. Por ello, una parte muy importante de su función, más allá de permitir la entrada de aire, es también el filtrado, para garantizar su pureza y seguridad.
Al nombrar las partes del sistema inmune has visto cómo se incluyen todas las barreras que impiden el paso de los patógenos hacia el interior del cuerpo. La más evidente es la piel, pero aquí también debemos incluir las membranas mucosas en la nariz y los pulmones.
En ellos debemos detenernos algo más, porque pese a que siempre imaginamos la respiración de forma ideal, lo cierto es que no siempre se produce de forma óptima. Muchas veces la exhalación no es todo lo completa que debería, y como resultado, se va formando una especie de remanente en los pulmones.
Esto por un lado hace que la siguiente inhalación no pueda ser completa, ya que parte del espacio está ocupado, y por otro, crea la situación perfecta para que proliferen los virus y bacterias. Digamos que es un caldo de cultivo para todo tipo de sustancias nocivas e infecciones.
Pero no te preocupes, porque se puede resolver muy fácilmente, y la primera herramienta para ello es hacer la respiración completa, poniendo especial énfasis en vaciar totalmente los pulmones con la exhalación.
También puede ayudarte hacer respiración de fuego, la técnica que aprendimos en el episodio número 30, ya que este tipo de respiración te ayuda a desprender y eliminar todas las toxinas y a limpiar y purificar los pulmones. Además se recomienda hacer cuando sientas que estás poniéndote malo, o cuando hay mucha gente enfermando a tu alrededor, ya uqe fortalece tus defensas y promueve tu salud. Si estás en esta situación te recomiendo hacerla durante 3-11 minutos al día. Sólo recuerda que no debes hacerlo si estás embarazada, o durante los primeros días de la menstruación.
Y por último, en relación a este tema de los patógenos, el Yoga nos da otro consejo clave, y es respirar a través de la nariz en lugar de hacerlo por la boca. Cuando inhalamos por las fosas nasales contamos con toda una serie de filtros y barreras, en cambio, cuando lo hacemos a través de la boca, el aire llega directamente a los pulmones, sin haber tenido la oportunidad de filtrarse ni calentarse, lo que nos puede hacer enfermar más fácilmente.
Oxigenación
Ahora pasamos a otro beneficio bastante obvio de la respiración para el sistema inmune, y es la oxigenación. Si nuestra respiración es completa y de calidad, podremos llevar mucho más oxígeno a nuestras células, de forma que todo nuestro organismo tendrá el combustible y los nutrientes necesarios para funcionar plenamente.
El oxígeno es crucial para nuestra salud, y para que todo nuestro cuerpo prospere, ya que gracias a él las células producen energía y llevan a cabo sus procesos.
Pero la cantidad de oxígeno en la sangre puede variar, no es algo fijo. De hecho, en estos últimos años hemos oído hablar mucho de la saturación, como uno de los indicadores de la enfermedad por covid.
La saturación se refiere a los niveles de oxígeno en sangre, es decir, la cantidad de oxígeno que realmente está portando tu sangre. Puede medirse fácilmente, y suele mantener un valor entre el 95 y el 100%.
Este es un tema muy importante y no quiero entrar realmente en él, porque sería mucho más complejo. Tan sólo me interesa que comprendas que cuidando tu respiración puedes favorecer enormemente tu salud, y uno de los motivos es que tus células podrán disponer de más cantidad de oxígeno.
Pero no sólo eso, ya que ahora sabemos que con la respiración además llenamos de Prana nuestro cuerpo, y ya que éste es la energía vital, nos llenamos de fuerza y vitalidad, lo que nos hace sentir mucho más saludables.
Así que lo mires por donde lo mires, todo son ventajas a la hora de respirar de forma consciente y completa.
Circulación linfática
Y aunque los principales beneficios que nos vengan a la cabeza sean la protección frente a patógenos y la oxigenación, hay otros que pueden ser más sutiles, pero son igualmente importantes.
Una parte fundamental del sistema inmune es el sistema linfático, que es como un sistema circulatorio, pero no cuenta con un corazón que lo bombee. Pese a ello está diseñado para que la linfa pueda moverse a través de él, pero siempre se agradece un poco de ayuda.
Aquí lo más beneficioso es el movimiento, tanto físico en forma de ejercicio o actividad, como sutil. Ya sabes que mediante nuestra respiración hacemos que la energía fluya a través de todo nuestro cuerpo, no sólo los pulmones.
Por lo que manteniendo una respiración de calidad, que favorezca el movimiento en las cavidades torácica y abdominal, estamos beneficiando nuestra salud a un nivel muy profundo.
Desde el yoga se sabe que para mantener la salud necesitamos contar con cierta cantidad de energía, y asegurarnos de que ésta fluye en la dirección correcta, a través de los recorridos apropiados. Si no hay suficiente energía, si hay demasiada, si circula en sentido contrario o si se acumula donde no debe, surge el desequilibrio y el malestar, que pueden causar la enfermedad.
Todas las técnicas del yoga están diseñadas con el fin de garantizar un flujo correcto de energía, y dentro de ellas, la base es la respiración. Así que ya tienes otra razón más para cuidarla y comprender que en ella reside toda tu salud.
Relajación
Y aquí toca hablar de la salud a todos los niveles, no sólo físico, porque cada vez está más presente el tema de la salud mental.
Una respiración profunda a través de la nariz nos aporta una enorme relajación, ya que afecta directamente al sistema nervioso, y nos ayuda a calmar la tensión y a equilibrar las emociones. Y esto a su vez repercute en nuestra salud física.
Uno de los grandes pilares que debemos tener en cuenta a la hora de cuidar nuestro sistema inmune es el descanso y la relajación. Por mucho que cuidemos otros aspectos, si no dormimos lo suficiente, o no descansamos esas horas, nuestro cuerpo no tiene la capacidad de reponerse, bajan nuestras defensas y estamos mucho más expuestos a la enfermedad.
Es uno de los grandes retos a día de hoy, el alcanzar el equilibrio entre satisfacer todos los compromisos y obligaciones, y cuidarnos encontrando tiempo para frenar y descansar.
No te agobies si todavía no lo has logrado, tan sólo ten en cuenta que la respiración es la herramienta que más te puede ayudar en esta situación, ya que simplemente siendo consciente de ella, y haciéndola de forma lenta y pausada, puedes favorecer un estado de relajación que te ayude a gestionar toda tu rutina de forma más positiva, a la vez que fomentas tu salud y bienestar a todos los niveles.
Meditación: pranayama para sacar la enfermedad

- Para abrir el espacio: siéntate con la espalda recta, coloca las manos en el mudra de plegaria y canta 3 veces Ong Namo Guru Dev Namo.
- Ojos: cerrados y enfocados en el punto del entrecejo.
- Postura: sentado en postura Fácil, Sukhasana, vas a mantener el brazo izquierdo doblado por delante de ti, a la altura del corazón, con el antebrazo paralelo al suelo, y la mano abierta con la palma mirando hacia abajo. El brazo derecho, en cambio, permanece doblado al lado de tu cuerpo, con el codo apuntando hacia el suelo, y la mano arriba con la palma al frente, como si estuvieras haciendo un juramento.
- Respiración: inhala en 4 fragmentos a través de la boca, frunciendo los labios en forma de O, y exhala fuertemente de una única vez.
- Tiempo: 11 minutos.
- Para terminar: inhala profundo, sostén el aire aplicando mulbhand durante 10 segundos, a la vez que estiras los brazos por encima de la cabeza y abres bien los dedos de las manos, separándolos. Exhala a través de la boca con respiración de cañón. Repite un total de 3 veces y con la última exhalación relaja completamente.
- Para cerrar el espacio: recita el Eterno Sol “que el Eterno Sol te ilumine, el amor te rodee y la luz pura interior, guíe tu camino” y canta 3 veces Sat Nam.
