¿Qué es Yoga?
Si eres nuev@ y no sabes lo que es Yoga, pásate por aquí. Y si quieres empezar a practicar yoga en casa, ¡sigue leyendo!
El desafío de comenzar solo a practicar
Para poder beneficiarte al máximo de la práctica del Yoga lo ideal es mantener una rutina diaria en casa. Esto aporta mucho más orden a tu vida y te hace más capaz de gestionar tus tareas, así como de disfrutar más de los tiempos de descanso. Si te sientes bien en las clases, ¡imagina sentirte así cada día!
Lo difícil es llevarlo a la práctica, lo sé por experiencia. Yo me compré mi colchoneta y estuvo guardada años sin usarse porque “no tengo espacio en mi habitación, no quepo…”. ¿Te suena? Quizás te suene también “hay demasiado ruido”, “mi familia no me deja, me interrumpen todo el tiempo”, y cosas así. Excusas. Y te lo digo porque llevo como siete años practicando cada día en ese mismo espacio en el que antes no cabía. Y ahora mi familia no sólo no me interrumpe, sino que me dice cosas como “venga, pásate y haz tu yoga, que sabes que luego te alegras”.
Debes ser consciente de que se trata de un proceso. Si no has hecho nunca Yoga en casa no esperes que el primer día sea perfecto. No puedes recoger el resultado final sin haber tenido la experiencia. Mantén tu determinación y comprométete contigo mismo, pero permite que sea de forma positiva. Siempre es mejor establecer un hábito en el que meditas tres minutos al día, que elegir una práctica larguísima, hacerla dos días y parar después porque no puedes más. Recuerda, poco a poco puedes crear grandes cambios. Sólo tienes que dar un paso cada vez.
Ten en cuenta que una vez que te decidas y te pongas a ello, el Universo recibe tu declaración de intenciones. Y cuando tú dices que quieres hacer Yoga y que te vas a comprometer cada día, él dice: “vamos a ver si es verdad”. Y aparecen todo tipo de pruebas. Suena el móvil, aparecen visitas, entra tu perro… Aquí tienes la opción de decir no puedo hacerlo, o de encontrar la forma de mantenerte firme en tu propósito.
Yo al principio tenía que colgar un cartel en la puerta mientras practicaba para que mi familia no entrara. Me lo pidieron ellos porque se sentían mal cuando me molestaban. Al final ya no entraban nunca a molestarme, hubiera o no cartel. Sólo necesitas estar seguro de que quieres hacerlo, nada más. ¿Has notado que cuando tú dudas de algo todo el mundo te pregunta por ello o lo pone en duda? ¿Y que cuando dices algo con total confianza nadie te pregunta? Son sólo pruebas.
Consejos para conseguirlo
Puedo darte varias recomendaciones para facilitar el proceso:
- Elige un lugar agradable y tranquilo. Si tienes un espacio que puedas destinar sólo a tu práctica, perfecto, pero si no no te agobies. Puedes hacerlo en cualquier sitio. Lo que te recomiendo es que lo hagas siempre en ese mismo espacio porque así reconocerás su energía y te será más fácil relajar y concentrar la mente.
- En la medida de lo posible hazlo siempre a la misma hora, esto ayudará a crear el hábito. Si decides hacerlo pronto por la mañana, deja el espacio preparado antes de irte a dormir. Yo despejo la habitación, barro y dejo colocada la esterilla por la noche. ¡No veas cómo se agradece a las 6 de la mañana!
- Crea un altar. Puedes hacerlo lo grande o pequeño que quieras, puedes incluso encender simplemente una vela o una barra de incienso. Hazlo en el espacio donde practiques y recuerda así que el compromiso que has adquirido va mucho más allá de ti. Trae a Dios contigo. Puede ser cualquier imagen con la que tú resuenes, Yogi Bhajan, Guru Ram Das, un buda o cualquier imagen o figura religiosa. Lo importante es que signifique algo para ti y recuerdes esa energía elevadora. De la misma manera puedes añadir flores, cristales o cualquier ofrenda.
Yo cada día empiezo mi práctica encendiendo una vela y cargándola de energía a la vez que pido por mantenerme centrada y elevada a lo largo del día.
Hazlo como tú lo sientas, no hay una forma correcta. Pero reconoce la parte espiritual de tu práctica y así no la abandonarás tan fácilmente.
- Necesitas ropa cómoda, que te permita moverte sin limitaciones. Te recomiendo que no te apriete tampoco el abdomen. Evita cremalleras, botones y prendas demasiado estrechas. Al principio puede ayudarte tenerlo preparado con anterioridad para no perder tiempo ni descubrir de repente que no te queda ropa limpia. Recuerda que aparecerán millones de razones para posponerlo.
- Desconecta los teléfonos, asume que en el tiempo que estés practicando no va a haber comunicación. Deja todo cerrado antes de comenzar.
- Al principio te recomendaría que aprovecharas un momento en el que puedas estar solo. Así podrás cantar los mantras sin que te dé vergüenza y tampoco estarás pendiente de lo que hacen los demás. Si no es posible, avísales amablemente de lo que vas a hacer y de lo importante que es para ti que no te molesten.
- No le des muchas vueltas y siéntate, cierra los ojos y comienza.
- Recuerda que es fundamental siempre la sintonización. En Kundalini Yoga cantamos tres veces el mantra Ong Namo Guru Dev Namo. En otras prácticas puedes cantar Om. Pero siempre tiene que haber una apertura. Recuerda, esto no es un deporte, es una práctica espiritual. Yo siempre digo a mis alumnos que es tan absurdo como si alguien en su casa quiere secarse el pelo sin enchufar el secador. Visto desde fuera te puede parecer que se está secando de verdad, puedes hacer todos los movimientos exactamente igual, pero no tienes el efecto. En Yoga muchas veces ignoramos este efecto porque es invisible, y por eso la gente se queda sólo con lo aparente, lo que pueden ver con los ojos. Y piensan que por imitar las posturas ya lo están haciendo. Pero no es así. ¡Hay que enchufarse a la corriente! En Kundalini Yoga tenemos la suerte de tener todo el linaje de la Cadena Dorada apoyándonos y protegiéndonos. Únete a ellos y conecta con tu maestro interior.
- Comienza los ejercicios o la meditación. Mi consejo aquí es que sepas ya de antemano lo que vas a hacer y no tengas que decidirlo ahora. Si estás siguiendo un manual asegúrate de entender todos los ejercicios y de disponer de la música necesaria.
Elige algo con lo que te sientas cómodo y que te encante, que te apetezca ponerte cada día a ello.
Puedes encontrar numerosas series y meditaciones en Internet. Si prefieres un libro te recomiendo este:
Si tienes la suerte de hablar inglés también te puede ayudar este otro:
- Ten en cuenta que siempre debe haber un tiempo de relajación, mínimo cinco minutos. Para relajarte de verdad, puedes elegir una canción que dure ese tiempo y así no tienes que pensar cuánto tiempo llevas. Te tumbas boca arriba en Savasana, te relajas escuchando la música y cuando termine regresas.
- Para controlar los tiempos de cada ejercicio puedes ayudarte del temporizador del móvil, incluso descargar alguna aplicación más sofisticada.
- Recuerda que igual que es fundamental la sintonización, también lo es el cierre. En Kundalini Yoga cantamos El Eterno Sol y tres veces Sat Nam.
- Intenta dejarte algo de tiempo para no tener que volver corriendo a tus tareas. Permítete integrar la experiencia, toma una infusión y escribe en un diario. Esto te va a ayudar mucho a hacer tu proceso consciente. También es normal que durante la práctica aparezcan ideas o soluciones que andabas buscando. Recógelo al terminar porque luego se olvida y ya no puedes volver a ello.
- Busca relacionarte con gente afín que apoye tu propósito. Puedes compartir tu experiencia con algún amigo, o con la comunidad de Internet. Hoy en día es muy fácil conectar a través de las redes sociales con gente de tus mismos intereses. Recuerda que nunca estás realmente solo.
- Ten en cuenta que parte de tu entorno puede sentirse amenazado con tu nueva rutina. Esto puede ser por varias cosas:
- Porque se piensan que si tú cambias ellos se van a ver obligados a cambiar.
- Porque a nadie le gusta ver que otro es más capaz y tiene más fuerza de voluntad que nosotros. A la gente en general le molesta que alguien haga lo que ellos no son capaces de hacer.
- Porque tienen miedo de que cambies tanto como para dejar de quererlos o sentir interés por ellos.
- Por miedo a lo desconocido y a perder el control y la comodidad de lo que ya conocen.
Si responden mal a tu nuevos hábitos ten esto en cuenta. Comprende que casi siempre es el miedo lo que les hace reaccionar así. Sé comprensivo y paciente con ellos, explícales lo que supone para ti o por qué lo haces. Si la resistencia continúa puedes plantearte poner distancia porque cualquier persona que te respete y aprecie debería dejarte la libertad de cambiar.
- Pide ayuda si la necesitas, resuelve tus dudas, no dejes de hacerlo porque no sabes cómo.
Si necesitas apoyo, consejo, si tienes dudas o sugerencias puedes escribirme en el formulario de más abajo.
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Sat nam!