¿Qué es Ashtanga yoga?
Este estilo de Hatha Yoga fue desarrollado por un conocido discípulo de Krishnamacharya, Sri K. Pattabhi Jois, en 1975. Se caracteriza por suponer una práctica intensa y retadora, en las que las posturas se van enlazando de forma dinámica. Técnicamente es un tipo de Vinyasa, pero cuenta con numerosas peculiaridades que lo han convertido en un estilo único.
Actualmente acumula un gran número de seguidores en todo el mundo. Pese a su aparente dificultad, la práctica puede adaptarse al nivel de cualquier persona. De hecho, es una práctica personal que cada persona realiza a su ritmo. Una vez que se conoce, es el estilo perfecto para practicar de forma autónoma. Además supone un desafío constante que mantiene a la persona motivada y en continua evolución.
Quizás no sea recomendable como primer contacto con el Yoga, ya que parte del conocimiento de las posturas, y una persona que nunca lo ha hecho puede verse fácilmente agobiada o perdida.
Se caracteriza por tener varias series de posturas prediseñadas, en concreto una para principiantes, una de nivel intermedio, y cuatro de nivel avanzado. Todas ellas comienzan realizando varios saludos al sol, Surya Namaskar. Después el alumno comienza con algunas posturas de la primera serie, y, a medida que las controla va introduciendo más. La evolución es progresiva y está perfectamente establecida.
En una clase tradicional de Asthanga Yoga cada practicante va a su propio ritmo, es lo que se conoce como estilo Mysore. No es una clase guiada, como podemos encontrar actualmente. Lo ideal es que cada persona practique de forma individual en función de su propio nivel. El profesor mientras tanto corrige y asesora a cada alumno de forma independiente.
Dentro de cada serie las posturas siguen un orden estricto y se enlazan mediante la respiración. Ésta también marca el tiempo que se mantiene cada postura, normalmente cinco respiraciones. Tan importante es el tiempo que se sostiene la postura, como el tiempo de transición entre ellas. Todo forma parte de una coreografía perfectamente diseñada y coordinada con la respiración.
Esto hace que al final toda la práctica se convierta en una meditación. Practicar Asthanga Yoga no sólo requiere fortaleza física y flexibilidad, sino también una gran concentración. El resultado es un entrenamiento completo difícil de igualar en otros deportes o estilos de Hatha Yoga, ya que integra el trabajo cardiovascular con el enfoque mental.
Para ello Asthanga Yoga trabaja con una respiración especial, la respiración Ujjayi. Ésta produce un efecto sonoro muy peculiar, ya que se realiza cerrando ligeramente la glotis en la garganta. Esto ayuda a mantener una respiración consciente durante toda la práctica, a la vez que aporta numerosos beneficios como el aumentar la concentración, generar calor para revitalizar y depurar el organismo y oxigenar la sangre.