El estilo de vida
Es muy importante que seamos conscientes de cómo nuestros hábitos influyen en cómo nos sentimos. Sabes que si cuidas tu coche con el combustible y el mantenimiento adecuados disfrutarás de una conducción mucho más agradable y segura. Sin embargo no eres capaz de ofrecer estos mismos cuidados a tu cuerpo, pese a que él es el vehículo que te permite realmente disfrutar de la vida.
Las enseñanzas yóguicas son como el manual de mantenimiento para el ser humano. Recogen todas las prácticas y consejos necesarios para mantenerte en óptimo estado y poder ofrecer siempre lo mejor de ti.
Para ello es fundamental prestar atención a cómo comenzamos y terminamos el día. Son dos momentos clave en los que incluyendo pequeños hábitos podrás conseguir grandes resultados. Te será más fácil conciliar el sueño, y éste será mucho más reparador, por lo que al día siguiente tendrás mucha más vitalidad y te sentirás más despierto sin necesidad de estimulantes externos.
Rutina para acostarse
En este momento es importante cortar la actividad y la energía de todo el día. Puedes crear tu propia rutina, la que a ti te funcione. A continuación vas a encontrar los consejos que nos dio Yogi Bhajan para ello. No te obsesiones con hacer todo, mejor prueba a incluir aunque sea uno de los pasos en tu rutina. Observa cómo te hace sentir y continúa a medida que estés preparado. Es importante que no lo hagas desde la obligación, ya que lo que deseamos es relajarnos y no llenarnos de más tareas.
Haz Yoga y medita.
Practicar justo antes de dormir te ayudará a relajar las tensiones de todo el día, limpiará todo el ruido de tu mente y te facilitará el descanso.
Yogi Bhajan siempre decía que a la hora de dormir es importante que el cuerpo esté cansado, pero que no lo esté el cerebro.
Cena moderadamente.
La recomendación aquí es dejar pasar al menos dos horas entre la cena y el momento de acostarse. Con los horarios que tenemos todos actualmente esto es algo realmente difícil, pero puedes acostumbrarte a cenar más ligero. La fruta y la verdura al vapor son una opción excelente, ya que se digieren con gran rapidez.
Del mismo modo, no es aconsejable irse a la cama con hambre, ya que te despertarás durante la noche y no podrás descansar igual.
Desenreda tu cabello.
Nuestros cabellos son antenas que gestionan gran cantidad de energía. Al final del día es importante soltar toda esa carga, y para ello peinamos los cabellos con un peine de madera. Primero dejas caer la cabeza hacia abajo y cepillas el pelo hacia delante. Después al contrario, ya en la posición normal cepillas hacia atrás y hacia abajo. Si tienes el pelo largo lo más aconsejable es recogerlo en una trenza para dormir.
Cepilla tus dientes.
Limpia además la lengua y la mucosa de la garganta, puedes hacer gárgaras o emplear algún producto especial.
Toma un vaso de agua.
Numerosos estudios coinciden en la importancia de estar bien hidratado a la hora de dormir. Esto ayuda a tu metabolismo, a la regeneración muscular y evita problemas cardiovasculares entre otros muchos beneficios. Puedes aprovechar y tomar alguna infusión relajante.
Lava y masajea tus pies.
Hay muchas formas de hacerlo, en función del tiempo que tengas puedes elegir la más adecuada para ti:
- La más sencilla es lavar los pies con agua fría, secarlos frotando fuertemente con una toalla y después aplicar aceite de almendras.
- Puedes ponerlos en remojo unos minutos en agua caliente y después en agua fría. Esto te ayudará además a tomar tierra y a activar tu circulación.
- Otra forma es llenar un recipiente con agua caliente, sal marina y unas gotas de aceite esencial de eucalipto. Esto ayudará a relajar de forma más profunda por su efecto calmante. Durante tres minutos masajea con tus manos los pies, después déjalos simplemente en remojo. Al secarlos puedes aplicar de nuevo un aceite o crema hidratante.
Acuéstate y toma unas respiraciones profundas.
Ya en la cama, túmbate primero boca arriba y realiza unas cuantas respiraciones conscientes. Después gira quedando sobre el lado derecho para que tu respiración se produzca a través de la fosa nasal izquierda. Esto hará que te relajes tanto física como mentalmente.
Rutina para despertarse
Puedes preparar todo tu cuerpo con esta sencilla rutina. Te ayudará a despertar y a ajustar cada parte de tu cuerpo, para poder estar más alerta y presente y disfrutar de todo tu día. De nuevo es preferible que comiences poco a poco y vayas introduciendo los pasos progresivamente.
- Todavía en la cama, queda tumbado boca arriba y al ir despertando, todavía sin abrir los ojos, masajea suavemente todo tu cuerpo.
- Después estira todo el cuerpo llevando los brazos atrás. A continuación trae las manos sobre los ojos, manteniéndolas ahuecadas y los ojos todavía cerrados. Abre los ojos en esta posición y muy lentamente ve alejando las manos hasta que te acostumbres a la luz. Esto protegerá tus ojos. Después vuelve a llevar las manos sobre los ojos y masajea toda tu cara.
- Realiza unos Estiramientos de Gato. Al hacer esta torsión en la columna ayudas a salir del campo magnético del sueño.
- Haz Postura de Estiramiento, te ayudará a fortalecer y fijar el punto del ombligo. Inhala en la postura y tensa todo tu cuerpo durante unos diez segundos. Repite tres veces en total y después queda arriba durante 30-60 segundos con respiración de fuego.
- Flexiona las piernas acercando las rodillas al pecho. Queda abrazando las piernas mientras haces respiración profunda o respiración de fuego. Esta postura te ayuda a soltar el exceso de aire y fortalece el corazón. Continúa durante un minuto.
A partir de aquí tienes dos opciones para continuar. La primera es más corta y sencilla, y la segunda incluye más ejercicios, de forma que si tienes el tiempo es una forma maravillosa de prepararte.
- Manteniendo las piernas abrazadas al pecho te balanceas sobre tu espalda. Así te incorporas pasando a Postura de Roca, y de ella a Postura del Niño. Quedas relajado en esta posición uno o varios minutos. Vuelves después a tumbarte boca arriba, y en esta posición frotas las plantas de los pies y las palmas de las manos, favoreciendo al sistema nervioso y permitiendo el flujo de energía a través de todo el cuerpo.
- Para una opción más avanzada te incorporas en Postura Fácil y realizas los siguientes ejercicios, durante un minuto cada uno:
- Molino Sufi girando la columna en ambos sentidos.
- Erradicador de Ego, con respiración de fuego.
- Sat Kriya, de 5 a 8 veces.
Ya estás listo para salir de la cama e ir al baño. Pero antes masajea tus pies y asegúrate de apoyarlos descalzos en el suelo. Esto ayudará a descargar la energía, También puedes hacerlo tocando algo de metal mientras continúas descalzo. A partir de aquí comenzaría la rutina del baño:
- Vacía tu orina, es recomendable cortar el flujo varias veces y no hacerlo de una sola vez para evitar futuras incontinencias.
- Lava tus dientes, encías y glándulas salivares. Mezcla para ello tres partes de alumbre de potasio y una de sal.
- Echa agua fría directamente sobre tus ojos y hazlo varias veces al día para prevenir la aparición de cataratas.
- Bebe un vaso de agua o una infusión.
- Masajea todo tu cuerpo con aceite de almendras. Elimina las toxinas e hidrata y nutre la piel.
- Toma una ducha fría. Masajea tu cuerpo bajo el agua hasta que no sientas el frío. Fortalece tu sistema inmune, relaja el sistema nervioso y equilibra tu campo magnético.
¡Ya estarías listo para comenzar tu sadhana!