En este primer episodio te ofrezco la oportunidad de descubrir tu respiración. Sí, has oído bien, tu respiración. Todos sabemos que respiramos porque si no no estaríamos vivos, pero lo cierto es que más allá de eso sabemos más bien poco sobre este valioso proceso.
Te invito a descubrir junt@s todo su potencial y beneficios. Comenzando hoy desde cero, damos los primeros pasos para iniciar un proceso de autoconocimiento, sanación o crecimiento personal.
Para ello haremos también una meditación especial para principiantes, para sentir y escuchar tu propia respiración.
Sea cual sea tu motivación y tu nivel de experiencia, ¡eres bienvenid@!
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Contenido del episodio:
- La respiración como proceso involuntario, inconsciente y natural.
- Ritmos y patrones específicos en cada persona en función del estado físico, anímico, estrés,…
- Importancia de conocer nuestra respiración.
- Cómo la respiración no siempre es igual, reflejando nuestro estado a cada momento.
- Autoconocimiento: observar y sentir, no pensar.
Transcripción:
Hoy vamos a comenzar a hablar de la respiración, un mundo que es tan complejo y que nos es realmente tan desconocido a la mayoría, porque no solemos prestarle la atención que merece. Pese a que es uno de los procesos más importantes del organismo, nos hemos habituado a dejar que se produzca de forma totalmente involuntaria o inconsciente. Tenemos esa suerte, el cuerpo respira por sí mismo sin que nosotros tengamos que hacer ningún esfuerzo. Pero esto nos lleva a olvidarnos completamente de la respiración. Nos concentramos en nuestras tareas, en nuestras obligaciones, en las prisas, en cualquier cosa menos en respirar. Y aún así no pasa nada, tú continúas con tu vida, pero te pierdes la mayor parte de los beneficios que te puede aportar tu respiración, y sobre todo te pierdes una herramienta realmente maravillosa.
Y esto es precisamente lo que quiero compartir contigo a lo largo de este podcast, todas las claves de la respiración como uno de los mejores recursos para tu bienestar y felicidad.
Hay mucho que aprender y que descubrir, pero no te preocupes, lo iremos haciendo juntos desde cero, partiendo de lo más básico. Y así lo primero es conocer tu propia respiración. Lo primerísimo es pararte y tomar conciencia de que estás respirando. Esto puedes hacerlo a cualquier hora del día, en cualquier momento, de hecho te lo recomiendo siempre que puedas, aunque estés haciendo otra cosa, aunque estés haciendo tareas en casa, o estés desplazándote en el transporte o estés incluso hablando con alguien. Párate, tómate ese tiempo y piensa, ¿cómo estoy respirando?
Verás que tu respiración no siempre es igual, que va cambiando. Siempre hablamos de LA RESPIRACIÓN como si fuese algo fijo, pero no lo es en absoluto. En función de tu estado de ánimo, de tu condición física, de tus emociones, del estrés o circunstancias por las que estés pasando, vas a ver que la respiración cambia y va reflejando esos estados. De esta forma es una herramienta muy buena de auto conocimiento y también de auto transformación, para tu crecimiento y evolución. Pero hoy nos vamos a quedar con esa primera parte del conocimiento, como te digo es el primer paso y es de donde tenemos que partir. Es fundamental que en todo momento seamos capaces de saber cómo estamos respirando.
En este proceso en el que te vas a observar a ti mismo desde tu respiración, lo más importante es que lo hagas totalmente abierto sin expectativas, sin resistencias y parándote a observar lo que realmente hay en ti, cómo es realmente tu respiración y no cómo tú deseas que sea o cómo crees que debería ser. Así que desecha cualquier ningún juicio o etiqueta. Tienes que acallar la mente, no tratar de pensar ni razonar tanto, y simplemente quedarte con las sensaciones. Permitiendo que en cada momento tu cuerpo sea como un laboratorio en el que pruebas y experimentas. Él te irá mostrando y podrás observar como cuando estás tranquilo tu respiración es más profunda y baja más hacia la zona abdominal, piensa cómo respiran los bebés, o los animales. Verás que cuando estás muy acelerado tu respiración se entrecorta y es más superficial, más pobre. Podrás descubrir que cuando respiras profundo te sientes más relajado que cuando respiras de forma superficial o muy rápido. Notarás también que hay pausas, que hay diferentes sensaciones, ritmos, y muy poco a poco, a medida que vayas sensibilizándote y familiarizándote con todo ello, podrás llegar a sentir incluso en qué zonas de tu cuerpo está bloqueada la energía. Vas a ver que a veces aunque quieras tomar una inhalación profunda no puedes porque hay una parte de tu cuerpo que duele, que está rígida o que limita el movimiento de los pulmones.
Toda esta información es la que te va a ayudar a conocerte y saber cuál es tu estado en cada momento. Esto a la vez te ayuda a mantenerte más en contacto contigo mismo. Todos sufrimos en este momento la desconexión, todos echamos en falta un centro, una estabilidad. Pues gracias a tu respiración lo vas a poder conseguir. Y también algo muy importante, vas a poder anticiparte. Si tú ya sabes que tu respiración es de una determinada manera cuando estás tranquilo, y empiezas a reconocer pautas en tu cuerpo en las que ves que la respiración se acelera o comienza a producirse más arriba, son alarmas que te van a decir ey! Cuidado que te estás poniendo nervioso o que estás perdiendo el control. Y así dándote cuenta y haciéndolo consciente, puedes volver atrás, por lo que no vas a necesitar llegar a estados de gran tensión o ansiedad, puedes pararlo a tiempo. Es algo muy importante que te puede evitar grandes disgustos y problemas.
Son muchas cosas, lo sé, pero es un proceso. Sobre todo ten en cuenta eso, que es un trabajo contigo mismo para ir poco a poco adentrándote, conociéndote cada vez un poco mejor, y hazlo sin ningún miedo y sin ninguna preocupación porque todo está bien. Todo lo que descubras, todo lo que sientas, todo lo que vayas sacando en claro está bien. Y lo importante es que a ti te sirva. Cada persona es totalmente diferente, cada uno respiramos a una velocidad, con una profundidad o involucrando unas partes u otras de los pulmones. Incluso una misma persona, en diferentes momentos del día va a hacerlo de forma distinta.
Así que no lo juzgues, simplemente observa para ir entendiendo tus propios ritmos a lo largo del día o en las diferentes situaciones de tu vida. Para entender tus procesos, tus estados y que esto sea algo que realmente te ayude.
Meditación para principiantes: siente y escucha tu propia respiración
- Para abrir el espacio: canta 3 veces Ong Namo Guru Dev Namo
- Posición: postura Fácil (Sukhasana)
- Mudra: manos sobre el regazo, palmas hacia arriba.
- Ojos: cerrados de forma relajada.
- Desde esta posición lleva tu atención a la respiración comenzando a observarla. Simplemente observa su flujo, su ir y venir. Siente cada segundo, cada milímetro que recorre, cada instante de la inhalación, y de la exhalación. Permanece dentro de ella y siente como tu cuerpo refleja a la vez el movimiento de tu respiración, de forma más sutil.
- De forma consciente, comienza a hacer que tu respiración sea más lenta. Da cada vez más tiempo a la inhalación y la exhalación. No tengas prisa. Tan sólo concéntrate en seguir su flujo y escucha el suave sonido que se produce con el aire entrando y saliendo de tus pulmones.
- Deja ir todos los pensamientos, como si se tratase del ruido de fondo de un café. Invítalos a formar parte de este momento, pero déjalos marchar, al igual que tu exhalación. Mientras tú te quedas en el flujo y sensaciones de tu respiración.
- Tiempo: 5-7 minutos
- Para terminar: inhala profundo, exhala, inhalando estira brazos arriba y lleva las manos hacia el techo, estírate bien y exhalando relaja completamente.
- Para cerrar el espacio: recita el Eterno Sol “que el Eterno Sol te ilumine, el amor te rodee y la luz pura interior guíe tu camino” y canta 3 veces Sat Nam