En este episodio nos detenemos a reflexionar sobre la importancia de esos primeros minutos de nuestra práctica, en los que nos encontramos abriendo el espacio.
Descubrirás de qué espacio estamos hablando y la importancia de esta práctica, así como las opciones para realizarla. Resolverás todas tus dudas y ganarás intención y profundidad en tu práctica.
Y además, realizaremos al final una meditación para desarrollar la confianza, ¡no te la pierdas!
Contenido
- La intención en la práctica del Yoga.
- La importancia de abrir el espacio.
- Peligros de no abrir el espacio.
- Cómo abrir el espacio en una clase de Yoga.
- Meditación para desarrollar la confianza.
![Ep. 69 – Abriendo el espacio 1 I am](https://prabhusangat.com/wp-content/uploads/2020/10/I-am-1024x536.jpg)
Transcripción
Seguro que con la cantidad de episodios y meditaciones que llevamos, ya estás más que acostumbrado a abrir el espacio antes de la meditación. Pero aún así, puede que no conozcas el sentido y toda la importancia de este momento, por lo que hoy vamos a detenernos a reflexionar sobre todo ello.
La intención en la práctica de Yoga
Debes tener en cuenta que pese a que cada meditación, o cada clase, esté enfocada en un objetivo concreto, por ejemplo hoy desarrollar la confianza, la práctica de Yoga, o de meditación, nunca ha sido diseñada para obtener o para sanar (a modo de medicina).
En cambio, todas estas prácticas tienen como verdadero objetivo el autoconocimiento y la auto transformación. Por lo que su propósito siempre va a ir más allá del trabajo concreto que estemos haciendo cada día, y éste no es más que un medio para descubrirnos una parte más profunda de nosotros mismos.
Por ello no importa si somos más o menos fuertes, jóvenes o flexibles. Todo el mundo puede beneficiarse de la práctica, ya que lo único que realmente hace falta en ella es la intención.
Podemos practicar Yoga o meditación en cualquier lugar, con cualquier ropa, e incluso sin colchoneta ni accesorios de ningún tipo. Pero no podemos practicar sin intención, porque entonces no sería una práctica real, sino únicamente un ejercicio físico o deporte.
La importancia de abrir el espacio
Y esta intención se ve muy claramente a la hora de comenzar la práctica. Yo te confieso que me pongo mala cada vez que pongo un vídeo de YouTube y comienzan desde el minuto cero a moverse y enlazar posturas.
Es algo que jamás he hecho, ni como profesora ni como alumna, pero no sé por qué se está poniendo de moda ahora. Bueno, en realidad sí sé por qué. Por un lado por las prisas, por la cantidad de gente que busca clases de 10 minutos. Obviamente esto es imposible de ofrecer con una apertura del espacio en condiciones.
Y por otro lado porque mucha gente que está enseñando a día de hoy no entiende el compromiso y la profundidad de la práctica, y lo transmite de forma superficial, creyendo que el valor está únicamente en las posturas, la flexibilidad, etc.
Si quieres hacer deporte con forma de Yoga muy bien, adelante, pero si lo que quieres es una práctica transformadora con todos los beneficios de esta maravillosa práctica, entonces tenemos que comenzar por abrir el espacio.
Es un acto de respeto, de conexión, y de humildad. Te enseña a entrar de forma consciente en tu práctica y a dejar fuera el ego. Te permite aterrizar frenando poco a poco tu día, haciendo que la transición sea más suave y fluida. Y, lo más importante, te recuerda que formas parte de algo más, ya que tendemos a creer que el resultado de nuestra práctica, o de nuestra vida, depende únicamente de nosotros, pero no es así.
Peligros de nos abrir el espacio
Son muchos los beneficios de tomarte el tiempo de abrir de forma consciente tu práctica, y son muchos también los peligros. Aquí te los voy a enumerar, pero si te interesa profundizar más en ello, te dejo enlazado un vídeo de YouTube en el que te hablo con detalle de todos ellos:
- Ego, creyendo que todo depende exclusivamente de nosotros. Lo que nos impide conectar con una sabiduría superior, y nos hace seguir identificándonos sólo con nuestro cuerpo y mente, en lugar de nuestra conciencia.
- Desconexión, ya que la apertura del espacio te ofrece la oportunidad de formar parte de algo más, de invitar a la energía de lo Divino, o de como tú lo quieras llamar, a tu práctica. De otra forma estás solo, alimentando esa falsa idea de separación, que es la base de casi todo el sufrimiento humano.
- Desprotección, porque estamos abriendo un espacio seguro dentro de nosotros mismos para relacionarnos con la energía y con nuestra parte espiritual. Aunque no lo creas existen energías de todo tipo, y no todas positivas. Por ello, conectamos con una frecuencia elevada, para que nos mantenga protegidos a través de la luz y el amor.
- Desorientación, perdiendo la oportunidad de conectar con tu guía y voz interior. Si estás todo el día corriendo y pretendes comenzar a hacer posturas nada más sentarte, vas a llegar todo el ruido y la aceleración contigo a tu práctica. Por eso es tan importante tomarte el tiempo de frenar, acallar todo el ruido y escucharte a ti mismo.
- Peores resultados, porque cuando cantamos un mantra al inicio de nuestra práctica modificamos nuestra frecuencia energética, nos volvemos más sensibles y receptivos, pudiendo comprender mejor nuestros límites y necesidades, y trabajar de forma más consciente y efectiva con ellos.
Ya ves lo importante que es este momento, y todo lo que conlleva, así que ahora vamos a ver en detalle cómo hacerlo, para que no tengas ninguna duda y puedas disfrutar de una mejor experiencia.
Cómo abrir el espacio en una clase de Yoga
Para empezar, vas a comenzar en una postura meditativa, preferiblemente sentado con las piernas cruzadas y la espalda recta. Aquí hay tradiciones que comienzan tumbados, lo cual es una buena opción para relajar la tensión física, pero no te permite estar realmente alerta, y vamos a ver que esto es parte del interés de la apertura, por lo que yo personalmente no te lo recomiendo, a no ser que sea una práctica muy concreta, enfocada a ese objetivo.
Esta postura debe ser cómoda, pero no demasiado, porque el objetivo no es estar a gusto, sino alerta y despierto. Puedes ayudarte de un zafu, manta doblada, o cualquier tipo de apoyo bajo la cadera. Esto hace que no necesites tanta flexibilidad en las piernas y puedas mantener la columna erguida con menos esfuerzo.
Realmente ese es el objetivo, que la columna esté recta, así que no importa tanto la imagen de la postura, o cómo cruzas las piernas, sino la concentración que puedes alcanzar en esa posición.
Así vas a comenzar cerrando los ojos y conectando contigo mismo a todos los niveles, físico, mental, emocional y espiritual. Pero no te agobies, porque en realidad esto te viene dado una vez que te permites simplemente escuchar y sentir tu propia respiración.
Se trata de hacer esa transición entre estar ocupado, corriendo con tus tareas, enfocado todo el tiempo hacia fuera, y aterrizar plenamente en tu interior, enfocado y en contacto contigo mismo.
Permítete tan sólo observar, llevando la atención al flujo de la respiración. Aquí puedes recordar todo lo que veíamos en el episodio número 3, las cualidades de la respiración. Para mí es algo muy obvio, pero entiendo que si no estás acostumbrado a observar tu respiración, puede ser complicado y favorecer que te distraigas al no saber qué hacer.
Algo importante aquí es sentir la respiración, pero sentir a la vez también la postura, es decir, permanecer presente en ambas al mismo tiempo. Esto te ayudará mucho más a establecer tu propio espacio interno para la práctica.
Siente así los dos isquiones bien apoyados en el suelo, el peso equilibrado, y la base de tu postura firme y estable, cada vez más asentada y enraizada en la tierra.
Poco a poco, sintiendo la relajación que comienza a aparecer, puedes alargar cada respiración, y de forma especial la exhalación. La idea es comenzar a hacer respiraciones completas y sentir el efecto que este cambio en tu respiración va teniendo en tu cuerpo y en todo tu estado.
Aquí hay muchas formas de permanecer concentrado en la respiración, y si sigues mis clases verás que dentro de que es el mismo trabajo y objetivo, cada día las palabras que empleo para guiarte son distintas.
Puedes sentir que tu columna se alarga al inhalar y todos los músculos se relajan al exhalar, o sentirte lleno de luz, energía o salud al inhalar y dirigir esa luz a cada rincón de tu Ser al exhalar, etc. No hay una única forma de hacerlo. Y yo te confieso que esta parte nunca la tengo preparada al dar la clase, de hecho me encanta cerrar los ojos y dejarme llevar, canalizando las palabras que aparecen en mi cabeza.
Lo realmente importante es que tú accedas a todas las profundidades de tu respiración y de ti mismo. Que te dejes llevar por cada respiración, llegando cada vez más profundo en tu interior. Sentirás relajación, calma y quietud. Y una vez que hayas llegado a ese lugar, siempre te sentirás igual, esa es la clave de que has llegado a tu espacio interior.
Es como ir atravesando las prisas, las tareas y todos los pensamientos, hasta llegar a tu núcleo, a tu esencia. A una parte de ti que no se inmuta por todo el ruido y movimiento externos. Ese es el espacio desde donde debes desarrollar tu práctica.
Así que este tiempo es fundamental, y pueden ser 3, 5 ó 10 minutos, en función de tu disponibilidad, y de lo agitado que te encuentres.
Después lo ideal es fijar una intención para tu práctica. Colocas las manos en el mudra de plegaria, juntando las palmas y trayendo ambas manos junto al corazón. Y aquí, desde la conexión con tu respiración, sin abandonar tu propio espacio, puedes recordarte a ti mismo tus motivaciones y propósitos.
Puedes hacerlo apoyando la punta de los dedos corazón en el punto del entrecejo, simbolizando la conexión de la cabeza con el corazón. O puedes también mantener las manos en plegaria junto al corazón y cantar un mantra.
En Kundalini Yoga empleamos el Ong Namo Guru Dev Namo, y en Hatha se usa el Aum. Pero en realidad son dos formas distintas de mostrar la misma intención, y pese a que en Kundalini Yoga se es muy estricto con esto, me gustaría que no te quedaras únicamente en la forma, sino que entendieras bien el propósito.
Así que espero que todo este episodio te haya ayudado a comprenderlo, y a partir de ahora puedas disfrutar de una práctica mucho más profunda y real.
Meditación para desarrollar la confianza
![Ep. 69 – Abriendo el espacio 2 meditación para desarrollar la confianza](https://prabhusangat.com/wp-content/uploads/2021/11/69-02-1024x576.jpg)
- Para abrir el espacio: siéntate con la espalda recta, coloca las manos en el mudra de plegaria y canta 3 veces Ong Namo Guru Dev Namo.
- Postura: sentado en postura Fácil, Sukhasana, mantén la columna recta e inclina el tronco todo lo que puedas hacia atrás. Coloca en las manos el mudra del erradicador del ego (apoya las yemas de cada dedo en la parte carnosa de la palma justo por debajo de ellos, dejando el pulgar extendido hacia fuera). Eleva los brazos de forma que la parte superior quede paralela al suelo y el antebrazo forme un ángulo recto. Las palmas de las manos quedan mirando hacia dentro, una a la otra.
- Respiración: segmentada en 4 partes, tanto la inhalación, como la exhalación. Con cada golpe de inhalación vibra mentalmente So, y con cada parte de la exhalación Hang.
- Ojos: 1/10 parte abiertos.
- Tiempo: 3 minutos máximo.
- Para terminar: inhala profundo, y exhalando flexiona todo el cuerpo hacia delante desde la cintura hasta llevar la frente al suelo.
- Para cerrar el espacio: recita el Eterno Sol “que el Eterno Sol te ilumine, el amor te rodee y la luz pura interior, guíe tu camino” y canta 3 veces Sat Nam.
![Ep. 69 – Abriendo el espacio 3 Licencia de Creative Commons](https://i.creativecommons.org/l/by-nc-nd/4.0/88x31.png)