Hoy tenemos un episodio muy especial, porque quiero plantearte una duda que me ha surgido preparando un curso de la Escuela Online.
Voy a darte información nueva sobre la respiración, para que la pongamos en duda juntos, porque al cuestionar lo establecido encontramos el camino hacia nuevas comprensiones y posibilidades.
En este episodio seguimos desentrañando los misterios de la respiración, y hacemos juntos la meditación del cisne blanco o meditación Hansani. ¡no te la pierdas!
Contenido:
- ¿Estamos respirando mal? Minuto 13:13
- La respiración completa
- El efecto de la respiración en la columna
- Conclusiones
- Meditación del cisne blanco (meditación Hansani). Minuto 27:51
Transcripción:
Hace unas semanas, mientras preparaba el curso actual de iniciación al Yoga para la Escuela de Yoga Online, me dio un vuelco el corazón. Y es que se me planteó un punto de vista que jamás había escuchado, que de hecho va contra todo lo que nos enseñan de la respiración, pero que en el fondo tiene bastante sentido.
Mi primera reacción fue de pánico e inseguridad, porque cada vez soy más consciente de que la mayoría de los profesores no sabemos realmente lo que estamos enseñando. Esto nadie te lo va a reconocer abiertamente, porque todos sentimos la necesidad de demostrar nuestra posición. Yo ahora cuando echo la vista atrás me reconozco ahí, y reconozco a muchísima gente.
Creo que todos pecamos de creernos todo lo que nos cuentan y simplemente lo repetimos, siendo como decía Krishnamurti, “gente de segunda mano”. Es triste, pero creo que a día de hoy hay pocas enseñanzas genuinas, y muy pocas personas capaces de cuestionar lo que reciben.
Interesa más reconocerse dentro de un grupo, posicionarse fuertemente en una tradición, que avanzar en el conocimiento de uno mismo y de la verdad, que no debemos olvidar, es el único objetivo de todo esto.
En aquel momento sentí que nada de este podcast tenía sentido ni valor, que os lo había enseñado porque era lo que me habían enseñado a mí, pero ahora aparecía una nueva forma de hacer las cosas, radicalmente distinta.
Cuando esto ocurre, se suele negar o tirar por tierra lo nuevo, cómo va a poner en duda toda nuestra carrera, ¿no?
Yo no quiero hacerlo, y por eso voy a compartir contigo mi descubrimiento, animándote a muchas cosas. En primer lugar a no creerte nada al cien por cien sólo porque te lo diga cualquier maestro, a buscar, leer, documentarte y experimentar, a hacer tuyos los conocimientos, a descubrir qué funciona para ti. A poner todo en duda, y, sobre todo, a comprender que aquí no hay verdades absolutas, y que no se trata de tener la razón, ni de ser un buen yogui o un buen profesor, sino de ser humano y como tal crecer y evolucionar, con todo lo que ello implica. Con todas las idas, venidas, subidas y bajadas del camino.
Porque si me aceptas un consejo, deberías apartarte de todas aquellas personas que dicen que conocen la verdad, y que ésta tiene una única forma o tradición. Porque no es así, ni en el yoga ni en la vida cotidiana.
A lo largo de este episodio te explicaré todos los detalles, pero quiero que comprendas la situación en la que aparece esta información, y mi interés por valorarla, porque no quiero caer en lo que leía recientemente en el libro A mitad de camino de Mariana Caplan, cuando ella está hablando de que detrás de muchas personas que inflan su ego lo que hay en realidad es inseguridad, citando a Carl Jung, que dice lo siguiente:
Veremos claramente cómo esta incertidumbre fuerza al entusiasta a magnificar sus verdades, de las que no se siente demasiado seguro, y a hacer prosélitos para que sus seguidores puedan demostrarle el valor de sus propias convicciones. Tampoco es que sea tan feliz en su castillo de conocimientos como para ser capaz de mantenerse solo; en el fondo se siente aislado por ello y el miedo secreto de quedarse solo le induce a repetir como un loro sus opiniones y sus interpretaciones aun fuera de contexto, pues sólo cuando convence a alguien más se siente libre de dudas corrosivas.
carl jung
Es lo que se llama disonancia cognitiva, cuando hay un conflicto dentro de una persona, pero no es capaz de hacerle frente, o no es capaz de encajar los dos pensamientos o ideas entre sí, porque son incongruentes, así que huye hacia adelante y decide crear todo tipo de excusas y justificaciones para hacer que funcione y mantener la normalidad, aún cuando la nueva información recibida no encaje en ella, en lugar de abrirse a un cambio real.
Es lo que sucedió cuando salieron a la luz los abusos que cometió Yogi Bhajan, y siento deciros que es la reacción habitual en este mundo.
Cuando una persona consigue su título, empieza a dar clase, consigue tener alumnos, cierto éxito o cierto reconocimiento, no hay nadie que le mueva de ahí.
Hablamos de conciencia y de discernir y ver con claridad, pero cuesta demasiado llevarlo a la práctica, y no todo el mundo está dispuesto a hacerlo. Pero bueno, me estoy apartando demasiado del tema de hoy, así que vamos a dejar todo esto a un lado, para concentrarnos en la respiración.
La respiración completa
Ya sabemos que en el yoga hacemos la respiración completa como base de todas las prácticas, y que ésta se compone de tres partes, la respiración diafragmática, torácica y clavicular, que unidas en un único movimiento fluido dan lugar a una respiración profunda que emplea la capacidad total de los pulmones.
A la hora de practicar esta respiración siempre nos enseñan que debemos comenzar la inhalación desde la parte inferior, y desde ahí llenar en sentido ascendente los pulmones, hacia arriba. Y lo contrario con la exhalación, en la que vaciamos los pulmones de arriba hacia abajo, en sentido descendente.
Y esto es lo que hacemos siempre, de hecho, creo que es el único aspecto de la práctica en el que todas las escuelas y tradiciones coinciden, por lo que no hay necesidad de ponerlo en duda. Hasta ahora.
Imagina cuál es mi sorpresa cuando encuentro de A.G. Mohan enseña justo lo contrario en su libro Yoga Therapy, que debo decir es una de las publicaciones más sensatas, completas y mejor explicadas que he visto nunca.
No es una persona que haya salido de la nada y lo esté contando en YouTube. Se trata de un discípulo directo de Krishnamacharya, pero tampoco vamos a creernos lo que dice sólo por esto, que es justo de lo que te advertía al principio, así que vamos a conocer su propuesta en detalle.
El efecto de la respiración en la columna
La explicación de Mohan se basa en el efecto que la respiración tiene en la columna, porque como este libro va enfocado a la práctica de yoga como terapia para sanar determinadas dolencias, lo primero que él explica es cómo se relacionan la respiración y el movimiento del cuerpo.
De este modo analiza con total detalle los movimientos que debemos hacer con la inhalación, porque se ven favorecidos por ella, como elevar los brazos, o flexionar la columna hacia atrás, ya que en ellos el pecho está completamente abierto y los pulmones pueden llenarse sin problema.
Y lo mismo con la exhalación, como flexionar el tronco hacia delante o hacer una torsión, debido a que estos movimientos comprimen el cuerpo y favorecen la expulsión total del aire.
Esta parte de teoría no necesitas conocerla para practicar, porque normalmente el profesor ya te indica cuándo respirar y cómo, pero está bien que lo observes. De hecho, tu cuerpo va a hacerlo de forma natural así, porque de otro modo es dificilísimo.
No obstante, si te interesa, si quieres sentar una buena base en tu práctica, en el curso actual de la Escuela, de iniciación al Yoga estamos revisando todos estos aspectos básicos, para que puedas posicionarte en tu respiración y disfrutar de todos sus beneficios en la práctica.
Como te digo es algo bastante obvio y natural, por lo que la mayoría de los profesores lo aplicamos directamente sin necesidad de preguntarnos el porqué.
Lo que no es tan obvio es la relación de la respiración con la columna, y es donde surge el conflicto.
La columna se compone de 4 curvaturas: cervical, torácica, lumbar y sacral, esta última fija. Y cada una de ellas es opuesta a la anterior, es decir, si una es cóncava la siguiente es convexa.
Por eso todos los movimientos que mejoran o ayudan a una parte de la columna, tienen el efecto contrario en otra. Por ejemplo, en una postura de flexión posterior, como la cobra, estamos flexionando la columna hacia atrás, abriendo el pecho. Esto reduce la curvatura de la zona torácica, que es algo positivo, pero potencia la curvatura de la zona lumbar, de ahí que sea una posición tan buena para corregir los hombros caídos o la cifosis, pero que esté contraindicada, o sea demasiado intensa para la parte baja de la espalda.
El ejemplo contrario sería la postura de la pinza, una flexión anterior en la que llevamos el tronco hacia las piernas. Aquí se reduce la curvatura lumbar, dando alivio a esta zona, pero si no tenemos cuidado se potencia aún más la curvatura torácica, por eso es tan fácil redondear la espalda y tenemos que insistir tanto en que no ocurra.
Al final toda la práctica de yoga es un baile entre el cuerpo y la respiración, y al igual que sucede con estas posturas o movimientos, también las diferentes fases de la respiración afectan a las curvaturas de la columna.
Cuando decimos que aproveches una inhalación para alargar la columna, es porque al tomar el aire se reduce la curvatura torácica, fruto de la expansión del pecho. Pero ahora sabemos que si la curvatura torácica disminuye, la lumbar y la cervical aumentan.
Y al contrario con la exhalación, al vaciar los pulmones, el tronco tiende a contraerse, el pecho se encoge y por ello aumenta la curvatura torácica, reduciéndose a la vez la lumbar y cervical.
Me gustaría que te detuvieras unos instantes a sentirlo, porque puede ser sutil, no duele ni molesta, pero es cierto que sucede. Si tienes la suerte de estar sano y no tener ninguna lesión, no hay ningún problema, pero para aquellas personas con problemas importantes en la columna creo que es muy importante tenerlo en cuenta.
Porque como hemos visto cada fase de la respiración es muy beneficiosa para la anatomía de una parte de la columna, pero perjudicial para otra.
Con esto no quiero que te asustes, sólo que comprendas la situación, ya que ahora vamos a ver qué solución o consejos nos ofrece Mohan, y después sacaremos nuestras propias conclusiones.
Y aquí viene lo interesante, ya que él nos sugiere hacer la respiración al contrario. Comenzar la exhalación desde el abdomen, poniendo especial atención en contraer sus músculos, y una vez afianzada esta zona, continuar vaciando hacia arriba. Lo que se busca es prevenir el incremento de curvatura en la zona lumbar, como ocurre siempre en la exhalación, y minimizar a la vez la curvatura torácica, evitando que el pecho colapse en exceso.
Para ello la exhalación comienza contrayendo los músculos inferiores del abdomen, metiendo el ombligo hacia dentro. Después a medida que vas soltando el aire vas contrayendo también la parte superior del abdomen, y únicamente cuando estés cerca de haber vaciado todo el aire, sólo entonces, permites que se recoja el pecho.
Es importante que lo practiques, para que llegues a sentir el efecto en tu cuerpo, pero con mucho cuidado. Ante la más mínima molestia o tensión relaja inmediatamente.
En cuanto a la inhalación, el foco está en la expansión del pecho, comenzando a llenar desde la parte superior, para después descender hacia el abdomen.
El efecto natural de la inhalación es suavizar la curvatura torácica, pero debido a ello la lumbar se ve incrementada, así que con esta técnica buscamos maximizar el beneficio en la parte alta de la espalda, y minimizar el daño en la parte baja.
Para ello deberías empezar por coger aire permitiendo que el pecho se expanda, estirando la parte superior de la espalda al máximo. A medida que vaya ocurriendo empiezas a relajar los músculos abdominales que estaban contraídos de la exhalación, permitiendo que el abdomen se llene y avance al frente, primero su parte superior, después la inferior, yendo siempre de arriba a abajo, pero sólo cuando estés muy cerca del final de la inhalación.
De nuevo te animo a probarlo, y no sé cómo lo sentirás tú, pero yo soy incapaz de inhalar así. La exhalación sí que puedo hacerla tal y como él indica, pero la inhalación no. No sé si es porque no estoy acostumbrada y el hábito de la respiración yóguica es demasiado fuerte para mí, o porque realmente es antinatural y el cuerpo no está preparado para ello.
Conclusiones
En cualquier caso, mi postura ahora es mucho más calmada que al principio, después del susto inicial.
Considero que es una opción y una información que debemos conocer y tener en cuenta, pero no volvernos locos con ella. Puede ser de gran ayuda si padeces alguna lesión o problema grave en la columna, pero si no dudo mucho que los beneficios que aporta compensen la dificultad y la tensión que se genera.
Es mi opinión personal, después de llevar más de 10 años practicando con la respiración completa tradicional y no haber intentado más de dos minutos esta otra opción, así que no la tomes como una verdad absoluta.
Creo que si prestas atención a la postura a la hora de meditar, si te anclas bien al suelo y te mantienes alerta, es decir, si no te desplomas, puedes minimizar los riesgos de hundir el pecho o colapsar la zona lumbar. Por eso yo te insisto tanto al principio de cada clase o meditación para ajustar correctamente la postura.
Aún así, tampoco conviene desechar por completo esta opción, porque habrá casos en los que haga falta una ayuda adicional y puede venir bien.
También te recomiendo que experimentes todo en tu cuerpo y tomes la decisión desde él, ya que solemos hacerlo con la mente, empujando a veces al pobre cuerpo a cosas que no le benefician en absoluto.
Y si prestas atención él te va a avisar, o al menos te va a mostrar que algo no está funcionando como debería.
Yo el otro día me puse una clase de yoga de YouTube, de una chica que no conocía, y era un slow flow para relajar, especial decía para días en los que no te sientes con muchas fuerzas ni energía. Yo estaba así, por lo que pensé sería una buena opción, pero la tuve que dejar a los 5 minutos de comenzar.
La práctica partía de la posición de cuadrupedia, y desde ahí hacía todo tipo de movimientos con la columna. Al principio se sentía bien, eran cosas como gato vaca, pero enseguida la chica se empezó a emocionar, y se vino arriba con el tema de fluir, creo que esto pasa mucho con la gente que llega al yoga desde la danza. No hay ningún problema con ello siempre que utilicen la expresión, creatividad o fluidez de la danza para sumar algo al yoga, no para ponerle la zancadilla.
Porque es lo que ocurrió aquí. Ella desde gato vaca empezó a decir cosas como déjate llevar, mueve todo tu cuerpo junto a la respiración, invitando a balancearse hacia delante y hacia atrás a la vez que se flexionaba la columna. Yo confieso que aquí empecé a cortocircuitar porque no sentía que el movimiento fluyera con la respiración, ella pidió entonces con la inhalación bajar de cuadrupedia a cobra, pero pasando primero por balasana, y desde ahí ondeando todo el cuerpo hacia el suelo.
No sé si me explico, pero era como una ola que coge impulso hacia atrás, para después avanzar. El problema es que es imposible hacer todo esto con una inhalación, porque al replegarse atrás los pulmones están totalmente comprimidos.
Yo intenté unas cuantas veces hacerlo a mi ritmo pasando de las respiraciones que ella marcaba, pero aún así era imposible y lo terminé dejando.
Te cuento esto para que aprendas a valorar por ti mismo cuando algo funciona o está bien y cuando no. Porque hay mucha gente en YouTube enseñando yoga sin tener el menor compromiso con la práctica, y dan prioridad por ejemplo a que el movimiento sea muy bonito, original o espectacular, comprometiendo o dejando de lado completamente la respiración.
Tú ya tienes conocimientos de sobra para darte cuenta de esto, así que continúa trabajando honestamente con tu cuerpo y escuchando tu respiración.
Meditación del cisne blanco (meditación Hansani)
- Para abrir el espacio: siéntate con la espalda recta, coloca las manos en el mudra de plegaria y canta 3 veces Ong Namo Guru Dev Namo.
- Postura: sentado con la espalda recta en postura Fácil (Sukhasana), cierra las manos en puños dejando fuera el pulgar y coloca las manos por delante de tu cara, a unos 15 cm del punto del entrecejo, con las palmas mirando hacia fuera y presionando fuertemente la yema de los pulgares. Es importante que los dedos pulgares queden flexionados todo lo que puedas hacia abajo.
- Respiración: lenta y completa por la nariz. Al inhalar repite mentalmente el mantra Sat, al exhalar vibra Nam.
- Ojos: comienza enfocando la mirada en la yema de los dedos pulgares unos segundos visualizando el mudra. Después cierra los ojos y recrea esa imagen a través de los párpados.
- Tiempo: 5 minutos.
- Para terminar: inhala profundo, sostén el aire y queda aplicando mulbhand unos segundos. Después exhala y relaja.
- Para cerrar el espacio: recita el Eterno Sol “que el Eterno Sol te ilumine, el amor te rodee y la luz pura interior, guíe tu camino” y canta 3 veces Sat Nam.