Hoy quiero mostrarte cómo la meditación es una herramienta maravillosa para comenzar tu trabajo personal o espiritual. Puede ser tu gran aliada desde el inicio, aportando numerosos beneficios desde el primer día.
Acompáñame para deshacerte de todos los miedos, expectativas y falsas creencias en torno a ella. Descubre como es algo mucho más fácil y natural de lo que crees.
¡Te ayudo a dar los primeros pasos!
Y realizaremos juntos una meditación especial para quienes no saben o les cuesta mucho meditar.
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Contenido del episodio:
- La meditación como primera práctica.
- Desmontando excusas: “no puedo meditar porque no puedo dejar la mente en blanco”.
- Necesidad de limpieza e higiene mental.
- El objetivo nunca es hacerlo perfecto. En realidad no existe un objetivo.
- Importancia de hacerte presente.
- Claves para disfrutar de la meditación desde el primer momento.
Transcripción:
Es cierto que la meditación casi siempre se concibe como el fin último de la práctica del yoga. De hecho, antiguamente todas las posturas, todos los asanas, se realizaban con el único fin de preparar al cuerpo para la meditación. Lo primero para poder sostenerte físicamente y aguantar el tiempo necesario la inmovilidad. Y lo segundo para poder ir a través del dolor o de la incomodidad, sin perder la concentración. Así las posturas van entrenando también tu mente para estar presente y no dejarse llevar por todo el volumen de pensamientos. Por todo ello, la meditación siempre se ha entendido como el último estado al que hay que aspirar dentro de la práctica, pero lo cierto es que no tiene por qué ser así, en el sentido de que tú no necesitas empezar a practicar posturas, estiramientos o ejercicios físicos de yoga y controlarlos o hacerlos perfectos para poder llegar a la meditación. Es algo de lo que puedes beneficiarte desde el inicio. De hecho es una herramienta maravillosa para comenzar, para empezar un trabajo personal de conocimiento y de transformación, y no es necesario, de verdad, tener ningún nivel para ello. Está bien si has practicado yoga, está bien si no has hecho nada y simplemente te llama la atención o quieres probar. Así que deshazte del miedo y el rechazo. Hay que perder totalmente el temor a esa palabra, meditación, para que dejes de verlo como algo tan sumamente raro o ajeno a ti.
Dentro de este rechazo hay un argumento muy común y es que la mayoría de la gente dice que no puede meditar porque no es capaz de dejar la mente en blanco. Pero esto es un error porque la meditación no trata de esto. En la meditación no nos sentamos a hacer algo perfecto, simplemente nos sentamos, paramos y observamos. El objetivo es hacernos presentes dentro de nosotros mismos, y descubrir qué hay en nuestro interior. Y lo cierto es que todos tenemos un montón de ruido en la mente. De hecho, el alcanzar un estado verdadero de meditación es muy muy extraño. Ni siquiera las personas que llevamos años meditando y practicando a diario, somos capaces de conseguirlo. De todo el tiempo que nos sentamos cada día, ponle unos 10-15 minutos, de ese tiempo a lo mejor estamos meditando realmente uno. Porque lo normal es que estemos distraídos o preocupados. Hay un gran exceso de información en este momento y como te digo, tenemos un montón de pensamientos que no se pueden parar. No podemos aspirar a hacerlo porque ese no el el objetivo, además no lo vamos a conseguir nunca. Sólo se trata de observarlos, reconocerlos, y dejarlos ir, como hacíamos en la meditación del episodio anterior.
En realidad la meditación es una forma de aclarar y limpiar la mente. Su principal función el liberar toda la basura mental que acumulamos. Para que lo entiendas hay un símil, para que veas lo absurdo de este argumento, y es como si una persona dijera que está demasiado sucia para ducharse. Todos nos llevaríamos las manos a la cabeza verdad? Pues esto ocurre a menudo con la meditación. Si tú dices que no puedes meditar porque estás demasiado nervioso, porque tienes demasiados pensamientos y no te concentras, o porque no puedes dejar la mente en blanco. Bueno, lo de dejar la mente en blanco hemos visto que es un error en sí mismo y no sería excusa. Pero todo lo demás es una muestra evidente de que realmente lo estás necesitando. Todos entendemos que si estás demasiado sucio lo que necesitas es lavarte, entonces si tu mente tiene toda esa cantidad de suciedad, límpiala. Es igual que sacar la basura, o cuidar tu higiene personal. Cada día te duchas, te lavas los dientes y cuidas tu cuerpo. Pues esto es exactamente igual, pero a nivel mental. También tenemos que asearnos mentalmente porque acumulamos mucha negatividad, muchos juicios y críticas, muchos pensamientos de miedo y de preocupación, y todo eso se va almacenando. Creemos que los pensamientos no tienen ningún peso o ningún valor, pero lo cierto es que se nos van quedando dentro. Es necesario que cada día nos tomemos un tiempo de silencio para meditar y vaciarnos, y poder eliminar toda la basura.
Debes tener claro que no se trata de hacerlo perfecto. Ese nunca es el objetivo, no tenemos que demostrar lo bien que lo hacemos, igual que nadie demuestra lo bien que se ducha, se lava el pelo o se lava los dientes. Es absurdo, simplemente lo haces para estar bien. Lo haces para ti. Pues esto es lo mismo, no debe existir ningún objetivo. Y ese es el principal problema, que la gente se cree que existe un objetivo, y que el objetivo es dejar la mente en blanco, o hacerlo perfecto, o estar completamente concentrado y quieto esos 10min. En el momento en que tú te pongas esa expectativa y no la consigas te vas a frustrar y lo vas a dejar. Es lo que ocurre, la gente prueba un día y dice, no, yo esto no puedo hacerlo, porque se cree que no lo está haciendo bien, que no está consiguiendo llegar a lo que se espera de él. Pero no se espera nada. Lo único que esperamos es que te hagas presente, que pares por unos minutos tu actividad, pauses tus obligaciones, te quedes quieto, en silencio, y mires dentro de ti, que reconozcas lo que hay, lo aceptes y lo dejes estar. Y ya está, nada más.
Puedes disfrutarlo desde el primer segundo, y obtener todo el beneficio desde la primera práctica. Pero para ello debes partir de unas bases muy claras.
La primera es, como hemos visto ya, que no hay un objetivo. Debes dejar fuera todas las exigencias y expectativas concretas. Muchas veces tú tienes una idea fija de lo que te va a aportar la meditación, o de lo que esperas conseguir. Y luego no se cumple. No porque la meditación no sea beneficiosa, de hecho seguro que está teniendo un montón de beneficio, pero en otro ámbito o aspecto de tu vida, que no es el que tú esperabas. Si tú sólo vas buscando una cosa concreta te vas a perder todo lo demás, te vas a sentir decepcionado y lo más seguro es que abandones. Lo vas a pasar por alto y vas a pensar “esto no tiene ningún beneficio” y lo cierto es que sí lo tiene, pero no el que tú crees.
También debes entender que es un proceso, esta sería la segunda clave. Es un camino que vas a ir recorriendo, avanzando y evolucionando. Y lo importante es ese recorrido, no el punto final. Así vas a poder conocerte mejor y ver cómo cada día se siente diferente. Pese a que todo los días te sientes a la misma hora, en el mismo sitio y hagas la misma meditación, ésta no va a ser exactamente igual.
Por ello es fundamental que entiendas a la meditación como herramienta de auto conocimiento, la tercera base. Que realmente la utilices para conocerte y adentrarte en ti. Tienes que estar abierto a descubrir y aceptar. Debes ser honesto, si no esto no tiene ningún sentido, debes ser totalmente sincero contigo mismo, con lo que sientes, lo que encuentras, incluso con las dificultades que vayan apareciendo.
Y, por último, debes estar abierto a la transformación. A que tanto interior como exteriormente las cosas vayan cambiando y mostrándose de otra manera. Todo camino espiritual debe promover un cambio positivo en ti.
En realidad debes estar muy abierto a todo lo que pueda ocurrir, todo lo que pueda venir, a soltar también lo que sea necesario limpiar y dejar atrás, y permitir que sea un proceso muy personal. Olvídate de comparaciones, de intentar hacerlo como los demás. Hay mucha gente que luego dice “yo he sentido esto o visto lo otro”. Ni caso. Todo lo que tú percibas, sientas o recibas en este proceso, está bien.
Todo está bien siempre que a ti te sirva para conocerte mejor, para estar más en paz y para sentirte mejor contigo mismo.
Meditación especial para principiantes: para aprender a meditar.
- Para abrir el espacio: canta 3 veces Ong Namo Guru Dev Namo
- Posición: postura Fácil (Sukhasana)
- Mudra: dedos de la mano derecha (juntos y en línea recta) sobre la muñeca izquierda, para sentir el pulso en las yemas.
- Ojos: cerrados.
- Trae toda tu concentración al latido de tu corazón, y escucha en cada uno de ellos el mantra Sat Nam. Mantén esas sílabas vibrando en tu mente, no necesitas pronunciarlo, hazlo tan sólo para ti.
- Esta meditación te ayuda a mantener el enfoque de tu mente y facilita la concentración de las personas más activas o inexpertas.
- Puede ayudarte en cualquier momento para conocer tu estado y tus diferentes reacciones.
- Tiempo: 5 minutos
- Para terminar: inhala profundo, exhala, y relaja.
- Para cerrar el espacio: recita el Eterno Sol “que el Eterno Sol te ilumine, el amor te rodee y la luz pura interior guíe tu camino” y canta 3 veces Sat Nam