Hoy vamos a hablar de la importancia de mantener en equilibrio prana y apana, que si recuerdas, son dos de los principales vayus, o corrientes de Prana. Cada uno de ellos tiene unas funciones y recorridos asociados, pero más allá de ellos, lo importante es la armonía del conjunto.
Vamos a conocer en detalle estas dos corrientes, para que puedas comprender cómo afectan a tu salud y bienestar a todos los niveles. Y vamos a remarcar la importancia de mantenerlas proporcionadas y en equilibrio.
También haremos juntos una meditación para el equilibrio interno, ¡no te la pierdas!
Contenido
- Prana: función y localización.
- Apana.
- Equilibrio de prana y apana.
- Ejercicio para comprobar el equilibrio de prana y apana en tu cuerpo.
- Meditación para el equilibrio interior.
Transcripción
Hoy vamos a profundizar en dos de los vayus, que si recuerdas son las diferentes corrientes de energía sutil en el organismo, y vamos a hablar así de prana y apana, centrándonos en lo importante que es mantener su equilibrio.
Para que no haya ninguna confusión, debemos recordar algo que comentamos ya en el episodio número 34, en el que hablábamos de los vayus.
Y es que vamos a estar refiriéndonos continuamente al prana, pero con dos significados distintos. Por un lado está la energía sutil en general, digamos que es la energía cósmica en todas sus formas y manifestaciones, que sería Prana con mayúsculas.
Cuando este Prana penetra en nuestro organismo, puede circular a través de nuestros cuerpos, acumularse, transformarse y salir. Esta energía que accede a nuestro interior la llamamos prana, pero esta vez con minúsculas.
Esto se debe a que una vez que el Prana entra en nosotros, sigue una serie de recorridos o corrientes ya conocidas, que son los vayus. Y una de ellas es prana vayu, que vamos a detallar a continuación.
Pero para que no te quede ninguna duda puedes compararlo con el agua. Todo el agua que existe en el planeta es agua, no importa si se presenta en forma de río, vapor, lluvia, infusión,… Todo es lo mismo.
E incluso dentro de nuestro propio cuerpo, la sangre, la linfa, el sudor, y otros muchos fluidos están compuestos principalmente de agua. De hecho también está presente en los citoplasmas de las células y en los espacios intersticiales.
El agua sigue un ciclo en el que se va transformando a medida que se evapora de los océanos, cae en forma de lluvia, alimenta a los seres vivos, y retorna al mar.
Así una vez que entra en nosotros adquiere diferentes nombres y funciones, como hemos visto. Es exactamente lo mismo que le sucede al Prana, diversificándose para hacer funcionar nuestro cuerpo físico y alimentar nuestros cuerpos energéticos, especialmente el cuerpo pránico.
Prana: función y localización
Existen 5 vayus en nuestro organismo, pero hay dos que destacan por su importancia, son prana y apana. De hecho, de su equilibrio depende el bienestar de todo el conjunto. Hoy vamos a profundizar en esta idea, pero antes me gustaría recordar estas corrientes por separado, para adentrarnos de forma más profunda en cada una de ellas.
Prana vayu cumple la función de nutrición, y por ello es el responsable de la adquisición o ingesta de energía. Su vía principal es la respiratoria en la nariz, pero no es la única, ya que podemos absorber energía del exterior también a través de la boca o de la piel.
Además, Prana no se limita únicamente a la absorción de aire, sino que es responsable de la ingesta de cualquier tipo de sustancia, ya sea sólida, líquida o gaseosa. Incluso podemos relacionarlo con los pensamientos y emociones con los que nos nutrimos.
Todo lo que implique acceder a nuestro interior, es responsabilidad de prana y está gobernado por él. Lo más obvio es la inhalación, pero como ves no debemos quedarnos sólo en la respiración si queremos que estos conceptos nos ayuden a comprendernos realmente.
Apana: función y localización
Ahora, junto con prana vayu, es fundamental conocer apana vayu, la corriente encargada de la eliminación, por lo que fluye hacia abajo y hacia el exterior, gobernando todo lo que desciende y es expulsado en el cuerpo. Entre sus funciones están:
- la excreción del aparato digestivo.
- la expulsión de la orina.
- la menstruación en las mujeres.
- la eyaculación del esperma en los hombres.
- facilitar el parto.
- eliminar el exceso de agua con el sudor.
- expulsar el CO2 de la respiración.
Como puedes ver se ubica principalmente en la región inferior del tronco y el abdomen, pero de nuevo no es algo exclusivamente físico, ya que vuelve a ser responsable de todo lo que desechamos y dejamos ir, tanto en lo físico como en lo sutil: hábitos, pensamientos, miedos, apegos,…
Equilibrio de prana y apana
Lo importante es que tengas una idea general, comprendiendo que nuestro cuerpo necesita energía para salir adelante, y sea cual sea su puerta de entrada, el acceso siempre va a estar relacionado con prana vayu.
Del mismo modo, todo lo que sea expulsado del cuerpo, independientemente de cuál sea el punto de salida, va a estar gobernado por apana vayu.
De ahí que sea fundamental mantenerlos equilibrados, porque de no ser así, podemos padecer estreñimiento, disfunción renal, insuficiencia de evacuación de CO2 en los pulmones, falta de permeabilidad en la piel,… Y todo ello está en el origen de las principales enfermedades, por lo que pueden ocasionar un daño aún mayor en nuestra salud.
Por eso conviene recordar que ambas corrientes son igual de importantes, porque solemos pensar que es más importante prana, al igual que siempre tendemos a enfatizar, o incluso a quedarnos únicamente con la inhalación cuando se trata de respirar. Pero esto nos enseña que la exhalación y la eliminación, es igual o más importante.
Además entre estas dos corrientes y funciones operan todas las demás, como la asimilación, distribución y expresión. Lo que ocurre es que estas son más sutiles, en el sentido de que no podemos operar directamente con ellas para modificarlas.
Pero con prana y apana sí que podemos, ya que son los puntos de entrada y de salida. Esto nos da una ventaja enorme a la hora de trabajar para nuestra salud y bienestar. Y es algo que el Yoga ha sabido desde siempre y que está presente en todas sus prácticas y recomendaciones.
Además, ya hemos comentado en alguna ocasión cómo equilibrando prana y apana tienes prácticamente garantizado el equilibrio de las demás funciones. Equilibrando el acceso y la expulsión, podemos afectar y armonizar a la vez la asimilación y circulación.
Ejercicio para comprobar el equilibrio de prana y apana en tu cuerpo
Ahora me gustaría compartir contigo un ejercicio muy sencillo para comprobar estas fuerzas en tu propio cuerpo. Si quieres saber si prana y apana están equilibrados en ti vas a colocarte en cuadrupedia, apoyando las manos y las rodillas en el suelo.
Reparte bien tu peso de forma que puedas permanecer estable con la espalda recta. Las manos están apoyadas justo por debajo de los hombros, y las rodillas de las caderas. Desde aquí vas a elevar una pierna y el brazo contrario hasta que queden paralelos al suelo, formando una línea recta con todo tu cuerpo. Después repite al otro lado.
Si puedes mantener la postura sin caerte, y sin gran dificultad, entonces prana y apana están equilibrados.
Si no puedes permanecer en esta postura en equilibrio significa que apana no está en equilibrio, y es más débil que prana.
Aunque prana funcione perfectamente, si apana no está equilibrado, vas a tener problemas. Porque cualquier trastorno de prana es más fácil de resolver. Apana, en cambio, es más sutil.
Apana nos ayuda a deshacernos de la negatividad, pero normalmente nos resulta más difícil eliminar cosas de nuestra vida que incorporarlas. Así tendemos a acumular, a apegarnos a todo, y perdemos nuestra fuerza y poder.
Porque únicamente desde el equilibrio de prana y apana puede despertar la energía kundalini, y activarse el poder del canal central, Sushmana nadi.
Por ello debemos buscar que prana y apana coexistan, trabajen juntos, y se mantengan equilibrados.
Meditación para el equilibrio interno
- Para abrir el espacio: siéntate con la espalda recta, coloca las manos en el mudra de plegaria y canta 3 veces Ong Namo Guru Dev Namo.
- Postura: sentado en postura Fácil, Sukhasana, coloca ambas manos con las palmas hacia arriba a la altura del corazón. Si eres hombre vas a apoyar la derecha sobre la izquierda, si eres mujer al contrario, izquierda sobre derecha. En ambos casos toca la yema de los pulgares y tráelos hacia ti de forma que queden alineados con el resto de los dedos. Mantén este mudra a la altura donde se une la caja torácica, justo al final del esternón, con los antebrazos paralelos al suelo, y los codos a la altura de las manos.
- Respiración: no se especifica ningún tipo de respiración, es más, se dice que una vez entres en esta meditación te olvidarás incluso de respirar.
- Ojos: cerrados y abiertos 1/10 parte.
- Tiempo: 3 minutos.
- La presión de los dedos es clave en esta meditación, mantener la postura de forma firme y correcta.
- Para terminar: inhala profundo, sostén el aire aplicando mulbhand y con la exhalación relaja.
- Para cerrar el espacio: recita el Eterno Sol “que el Eterno Sol te ilumine, el amor te rodee y la luz pura interior, guíe tu camino” y canta 3 veces Sat Nam.