Seguimos introduciendo nuevos tipos de pranayama, esta vez con la respiración segmentada. Puede que no te suene de nada, pero lo cierto es que aparece en numerosas meditaciones y ejercicios de Kundalini yoga.
Es muy sencilla de realizar, pero como siempre hay que prestar atención a algunos detalles, porque es fácil caer en determinados errores. Pero no te preocupes, en este episodio te explico en qué consiste desde cero, revisamos todas sus peculiaridades, beneficios, y te enseño a realizarla.
Además tienes la oportunidad de practicarla con una meditación que te aportará claridad y energía, ¡no te la querrás perder!
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Contenido
- Respiración segmentada:
- En qué consiste.
- Diferencias y similitudes con la respiración completa.
- Beneficios y efectos.
- Puntos a revisar.
- Errores comunes.
- Realización y técnica.
Transcripción
Hoy vamos a conocer una técnica de respiración completamente nueva, la respiración segmentada. Seguro que su nombre ya te da una idea de en qué consiste, y efectivamente, vamos a trabajar con segmentos dentro de cada respiración.
También puedes encontrarla con otros nombres, como respiración en golpes, o longitudes de nariz. Poco a poco iremos explicando todas sus características y podrás entenderlo bien, ya verás.
La base es entender que en este tipo de respiración cada inhalación o exhalación está dividida en pequeñas partes, que serían los diferentes segmentos o golpes. Puedes verlo fácilmente si imaginas que la respiración completa es una rampa, una única superficie que te va llevando de forma continua de un punto a otro. En este ejemplo la respiración segmentada sería una escalera. El destino es el mismo, pero la forma de llegar es muy diferente.
Para mí este ejemplo es súper claro, pero pese a su aparente simplicidad, podemos observar muchísimos detalles en él que te van a ayudar a comprender las peculiaridades de este pranayama, así como a entender mucho mejor de qué se trata.
Si no has practicado nunca este tipo de respiración podrás aprender a hacerla correctamente y lo harás con la intención correcta. Si ya lo conoces podrás refinar tu práctica y descubrir muchos detalles que seguro habían pasado desapercibidos.
Así que vamos a ir poco a poco, comenzando por el principio.
Este tipo de respiración se refiere a la forma en que fraccionamos la inhalación o la exhalación, porque se puede hacer en ambas fases. Y a partir de ahí existen infinitas posibilidades. Hoy vamos a trabajar con la más básica que consiste en inhalar y exhalar de forma segmentada con el mismo número de golpes.
Y es que podemos inhalar de forma segmentada y exhalar de forma continua, o al revés, inhalar con una respiración completa y exhalar en golpes. Incluso podemos inhalar en un determinado número de golpes y exhalar en otro diferente,… En fin, que como te decía hay muchísimas posibilidades.
Pero no te agobies, irán saliendo en las meditaciones, pero hoy vamos a practicar la más simple de todas.
Lo interesante es darte cuenta de que este es un tipo de respiración que sólo se realiza de forma consciente. En otros episodios te decía que el cuerpo podía alterar el ratio, o el canal de entrada del aire de forma involuntaria, y además podíamos manipularlo nosotros de forma consciente.
Aquí sólo existe esta segunda opción, ya que no hay ninguna situación en la que el cuerpo por sí sólo vaya a fraccionar una respiración como vamos a aprender a hacerlo. No existe un equivalente en tu vida cotidiana.
Te recomiendo tener siempre presente el ejemplo de la escalera, porque a través de él vamos a ir desentrañando este pranayama.
Como te decía puede parecer obvio, pero refleja muchas cosas importantes.
La primera es que los golpes de aire deben ser iguales entre sí. A nadie se le ocurre construir una escalera en la que cada peldaño tiene una altura o una dimensión distinta, ¿verdad? Sería un peligro, además de muy incómodo subir así.
Pues esto llevado a la respiración supone que cada golpe debe tener la misma duración de tiempo, debe coger o soltar el mismo volumen (cantidad) de aire y además hacerlo con la misma intensidad. No sirve con fraccionar cada inhalación en 8 partes de cualquier manera, sino que deben ser 8 golpes idénticos, para crear esa escalera. Cada peldaño es un golpe de respiración, y, al final, obtienes la inhalación completa, pero has llegado a ella a través de 8 pasos, o del número que sea.
De esta forma la práctica se vuelve consistente y rítmica, ambas cualidades muy importantes en esta técnica.
Es una forma dinámica de hacer la respiración completa, porque el resultado es el mismo, los pulmones terminan quedando llenos o vacíos, pero aquí se combinan pequeñas partes de inhalación o exhalación, con pequeños momentos de pausa entre ellas. Esto lo haces sin darte cuenta, pero ahora sabiéndolo podrás observar cómo en realidad estás aprovechando esas técnicas que ya conoces, la respiración completa y la retención de la respiración. Ahora son simplemente ingredientes y al combinarlas obtenemos algo todavía mejor.
Pero recuerda que deben ser partes perfectamente iguales, no cambian los ratios ni se hacen pausas tras la inhalación o la exhalación. Tan sólo se mantiene el ritmo constante de los golpes, con pequeñas pausas entre ellos.
De esta forma cada golpe tiene un punto de inicio y final distinto. Cada uno comienza donde ha terminado el anterior.
La respiración completa se inicia en la parte inferior de los pulmones y termina en la superior, y esto se repite para cada una de ellas. Ahora esto cambia, ya que el primer golpe de inhalación comenzará en la parte inferior y terminará un poco más arriba, el siguiente comenzará donde éste lo ha dejado y avanzará un poco más, y así sucesivamente…
Además estos puntos dependerán del número de golpes con el que estemos practicando, que ya sabes que puede variar. De nuevo lo más fácil es visualizar esa imagen de escalera, ahí puedes verlo claramente.
Otra diferencia es que esta respiración tiene mucha más relación con la nariz, ya que puedes sentir el inicio de la inhalación directamente en las fosas nasales, y el final en la cavidad nasal, en la raíz de la nariz.
Digamos que no es una respiración tan profunda como estás acostumbrado a hacer, y en lugar de relacionarse con el diafragma, lo hace con la cavidad nasal.
De hecho un error común es darle demasiada fuerza, lo que provoca que las fosas nasales colapsen y el aire vaya demasiado profundo en los pulmones. Si lo haces demasiado fuerte dirigiendo el aire a la garganta y pulmones, la apertura será excesiva. Para que no te ocurra asegúrate de mantener las fosas nasales relajadas y concéntrarte en recoger las sensaciones en la cavidad nasal. Ya que buscamos el efecto en esa zona para afectar a los nervios, y debe hacerse de forma precisa.
Otro error habitual es revertir la respiración, igual que ocurría con la respiración completa y como veíamos en el episodio 7. Esto ocurre cuando forzamos el diafragma hacia arriba al inhalar, y, de nuevo, debemos cuidar que no sea así.
Si observas esta respiración verás que con cada golpe de inhalación, el diafragma avanza un pasito más hacia abajo. Recuerda que al fin y al cabo estás inhalando, y los pulmones no pueden llenarse si se comprimen con la presión del diafragma.
Lo bueno es que entrenarás tu caja torácica y el diafragma para trabajar con ellos de forma consciente, para que puedan expandirse de forma controlada.
Para la exhalación en cambio, debes ayudarte del ombligo, ya que la presión que realiza hacia dentro ayuda a sacar el aire de los pulmones. Así cada golpe de exhalación coincide con un golpe del ombligo hacia dentro.Éste empuja los pulmones hacia arriba y fuerza la salida del aire.
Gracias a este trabajo aumentarás la flexibilidad, el control y la fuerza en la región del ombligo y el abdomen.
Pero además de todos estos efectos en tu cuerpo, esta respiración afecta de forma especial a toda la zona alrededor de la cavidad nasal, por lo que ofrece un suave masaje al cerebro. El resultado es muy diferente de una respiración suave y completa. Pese a que la duración en tiempo, o el volumen de aire que se mueva al final sea el mismo, el hecho de dividir la respiración y hacer estos golpes, impacta de forma muy distinta al sistema nervioso y mandas un mensaje de fortaleza y auto sanación a todo tu cuerpo.
Entre otros muchos beneficios puedes ayudar al sistema glandular, a la circulación sanguínea y ganar control sobre tu propia energía, el Prana.
Vas a ver que a la hora de realizarla es mucho más sencilla de lo que parece y enseguida se convierte en algo natural.
Vamos así a pasar ya a la meditación, en la que vamos a hacer el patrón básico de 4 golpes de inhalación y 4 de exhalación. A medida que practiques puedes ir cambiándolo, de hecho seguirá apareciendo esta respiración en más episodios, con meditaciones enfocadas a efectos muy variados. Pero la de hoy en concreto te va a ayudar a ganar energía y claridad mental.
Meditación: pranayama para ganar claridad y energía
- Para abrir el espacio: siéntate con la espalda recta, coloca las manos en el mudra de plegaria y canta 3 veces Ong Namo Guru Dev Namo.
- Postura: sentado en postura Fácil, Sukhasana.
- Ojos: cerrados, enfocados en el punto del entrecejo.
- Vas a hacer la respiración segmentada en su forma más sencilla:
- Inhala en 4 golpes a través de la nariz.
- Exhala en 4 golpes a través de la nariz.
- Tiempo: 5 minutos.
- Para terminar: inhala profundo, suspende la respiración brevemente y exhala relajando.
- Para cerrar el espacio: recita el Eterno Sol “que el Eterno Sol te ilumine, el amor te rodee y la luz pura interior, guíe tu camino” y canta 3 veces Sat Nam.