En este episodio seguimos aprendiendo sobre los aspectos más básicos de nuestra respiración, para tomar conciencia de cómo se produce y cómo apoya, o no, nuestras actividades cotidianas.
Te invito a revisar cómo es la respiración en el día a día, para que puedas desmantelar todos aquellos hábitos inconscientes que la bloquean, y te impiden disfrutar de todos sus beneficios.
Y como siempre cerramos con una meditación, para frenar la alimentación compulsiva. ¡No te la pierdas!
Contenido:
- Sostener la respiración: minuto 6:12
- Respirar en movimiento.
- Respirar comiendo.
- Respirar hablando.
- Meditación para frenar la alimentación compulsiva: minuto: 16:05
Transcripción
En el episodio anterior hablamos de cómo se siente una respiración cuando se realiza de forma ideal, y veíamos también una serie de prendas y elementos externos que la bloquean y nos impiden disfrutar de ella.
Pero lo cierto es que la mayoría de las veces ni siquiera llegamos a necesitar que nada ajeno a nosotros interfiera en nuestra respiración, porque nosotros solos nos encargamos de bloquearla.
Es algo normal, que sucede de forma inconsciente, por eso hoy quiero invitarte a revisarlo, para que puedas llevar más conciencia a tu día a día, y todo el trabajo y beneficio de tu respiración no quede únicamente en tus clases o prácticas.
Si hablamos de respiración ideal, podemos hacerlo también de práctica ideal, y sería aquella que te ayuda a vivir tu vida desde un lugar más centrado, consciente y humano. Al igual que se dice con el trabajo, debes practicar para vivir, no vivir para practicar.
Desde esta idea, vamos a buscar hoy que tu respiración realmente apoye tu vida, que puedas sentir la conexión entre ambas, y que puedas sentirte mucho más presente en tu rutina.
Esto que parece sencillo, es en realidad la clave para una vida mucho más plena y feliz, porque al desconectarnos de nuestra respiración, y más aún al bloquearla y limitar su flujo y movimiento, nos desconectamos de la energía vital, nos sentimos apagados y perdidos, ya que perdemos aquello que nos ancla a nuestra existencia. Y así luego se nos pasa el tiempo volando y tenemos la sensación de que la vida se nos escapa.
Por eso hoy quiero proponerte algunos ejercicios y reflexiones, para que puedas recuperar el contacto con tu respiración en todo momento, disfrutando de la energía vital y de la conexión que te brinda.
Sostener la respiración
Cuando trabajamos con nuestra respiración aprendemos muchas técnicas y patrones diferentes, que ya sabes que pueden modificar tu energía. Esta es una parte importante del trabajo, pero si recuerdas del inicio del podcast, hay otra que puede que lo sea aún más, y es empezar por conocer cómo es tu respiración.
Aquí ya hemos hablado de las diferentes cualidades, como la profundidad, en el episodio número 3, del efecto de respirar a través de la boca, en el número 55. Y también hemos visto la importancia y efectos de retener la respiración. Pero hoy quiero invitarte a llevarlo algo más allá.
Porque una cosa es la retención consciente que hacemos durante las prácticas de pranayama, y otra muy diferente es el patrón inconsciente en el que caemos todos conteniendo la respiración.
Es como la tensión en los hombros. Seguro que cuando estás trabajando no te das cuenta de lo mucho que los subes y tensas, o cuando tienes frío. Es algo involuntario, pero que genera una gran tensión en el cuerpo y que no te favorece en absoluto.
Pues lo mismo sucede con tu respiración. Tan importante es ser capaz de inhalar y exhalar de forma profunda, como darte cuenta de cuándo no lo estás haciendo. Y esto no creas que sucede en momentos de gran estrés o presión, sucede todo el tiempo, en actividades de lo más comunes, de hecho hoy vas a poder comprobarlo fácilmente, y te sorprenderá el resultado.
Aunque si quieres descubrirlo de verdad, y que este trabajo te sirva de forma seria, deberás mantenerlo durante un cierto tiempo, no es una práctica que vayas a poder completar en el tiempo que dura este episodio.
Lo ideal es que rastrees tu respiración durante las diferentes actividades que practicas durante una semana al menos. Tomando conciencia de lo que sucede sin culpabilizarte. Todo lo contrario, piensa que estás haciendo un esfuerzo importante, y que estás dando un gran paso para tomar conciencia, y desde ahí poder cambiar y mejorar.
Es muy habitual que contengas la respiración en todo tipo de situaciones y actividades, pero lo importante es que una vez que lo has podido reconocer, compruebes cómo cada una de ellas se vuelve más fácil y cómoda al relajar la respiración y permitir que sea completa.
Al final ese es el único objetivo, así que vamos a ir revisando diferentes actividades, para que tú después sepas cómo monitorizarlas. No hace falta que hagas absolutamente todo lo que te voy a decir yo, simplemente son ideas que te pueden ayudar si tú no sabes por dónde comenzar este trabajo.
Piensa que por poco que cambies, si consigues realmente identificar algún hábito y modificarlo, sólo con eso vas a tener un beneficio enorme. Como siempre, no se trata de hacer mucho, sino de hacerlo conscientemente y con la intención adecuada.
Respirar en movimiento
A lo largo de tu día hay muchas tareas que requieren cierto movimiento, como por ejemplo, hacer la cama o comprar en el supermercado. Mientras las realizas observa cómo es tu respiración, y si en algún momento tensas el abdomen, los hombros, o cualquier músculo en el tronco que haga que la respiración quede bloqueada o suspendida.
Necesitarás un tiempo para observar con calma, para identificar tus propios patrones. Si quieres puede ayudarte a la vez revisar los episodios relativos a los movimientos de la respiración, en los que ya empezabas a tomar conciencia de cómo se sentía tu respiración estando de pie, o en posturas básicas.
Ahora estamos introduciendo un componente más, que es el movimiento. Y te sorprenderá lo que vas a llegar a descubrir, porque te encontrarás a ti mismo tensando tu respiración sin tener el más mínimo motivo para ello.
Si es así, elige una sola actividad en la que suceda esto, una que puedas realizar sin prisa, sin límite de tiempo u horarios, para que puedas concentrarte en ella en realizar y sentir una respiración profunda y completa.
Entrena tu respiración mientras realizas esta actividad sin urgencia ni presión, como si fuera una parte esencial de la misma, verás que con la práctica va formando parte de ella de forma natural.
Respirar comiendo
Otra actividad en la que solemos desconectarnos completamente de la respiración, es la alimentación. Y seguro que lo notas si haces el trabajo de rastreo durante una semana. Esta es una parte fundamental de tu salud y bienestar, así que te invito a poner más conciencia en ella, ya sea que hayas identificado el patrón de contención, o no. En cualquier caso te ayudará a adquirir hábitos mucho más saludables.
A la hora de comer el Yoga hace mucho hincapié en la importancia de la presencia y la tranquilidad. Todo lo contrario a lo que solemos hacer hoy en día con la comida rápida que consumimos frente a todo tipo de pantallas y dispositivos.
Por eso te animo a reservar una comida al día para hacerla tranquila y conscientemente. Puede ser la que tú quieras, pero no debes llevar prisa en ella. Así mientras comes, permítete respirar de forma lenta y profunda, y comprueba cómo se siente tu cuerpo a medida que expandes el abdomen, manteniéndolo relajado a la vez que masticas e ingieres tus alimentos.
Presta atención para comprobar si puedes disfrutar más de la comida, si la sensación general es más agradable. O si con ello aparecen otros beneficios y sensaciones. Por ejemplo, si normalmente tiendes a comer de más, o si tienes problemas a la hora de hacer la digestión.
Observa hasta el más mínimo detalle, si ser consciente de la respiración te ha ayudado a frenar y a dejar de comer antes de llegar a encontrarte mal. Si la sensación mientras comías ha sido más agradable, si tu digestión se ha podido sentir más ligera,…
Como siempre, cada persona es única, así que no hay una sola experiencia, pero sí es cierto que el mantener tu respiración relajada, y estar más presente mientras comes, no puede reportarte más que beneficios.
Respirar hablando
Ahora pasamos a otra actividad que realizamos continuamente, y es hablar. Aquí seguro que ya has notado muchas veces cómo al hablar vas expulsando el aire, y llega un punto en el que necesitas volver a inhalar.
Te invito a que lo revises, y que prestes especial atención a si permites hacerlo de forma fluida, haciendo una pausa en tu discurso o conversación cuando necesitas coger aire, comprobando también cómo volver a tu respiración te ayuda cuando has perdido el hilo de lo que estabas diciendo, o te has quedado en blanco, o incluso notando la relación entre tu respiración y tu voz, sintiendo cómo se apoyan la una a la otra. Esto es algo que conocen muy bien los actores y artistas en general, pero no es necesario ser un profesional para poner un poco más de consciencia.
Aquí puedes comprobar también cómo es tu respiración cuando hablas con tu familia o amigos, o cuando lo haces con tu jefe o un desconocido. Cuando lo haces cómodamente en casa, o caminando por la calle, subiendo cuestas o escaleras,…
Al final la idea es la de siempre, que puedas identificar tus patrones, pero mucho más allá de ellos, que seas capaz de aprovechar tu propia respiración para nutrir tu día y relaciones.
Te invito así a comprobar si puedes darle la vuelta a una situación, o si puedes al menos aportar algo de luz y tranquilidad, eligiendo sentir tu respiración y hacerla relajada, cuando notes que no es así.
Tendrás muchísimas oportunidades para practicar, así que poco a poco ve integrando este trabajo como parte de tu rutina y observa los cambios. De forma especial, y esto es todo un reto, cuando estés manteniendo una discusión, o una conversación difícil. Si consigues relajar tu respiración en una situación así y realmente aportar calma y luz a la situación, te cedo el micrófono.
Es algo muy difícil, aunque no imposible. A medida que te vayas dando cuenta de cómo cambia el resultado con esta sencilla acción, querrás cada vez más mantenerte en ella.
Meditación para frenar la alimentación compulsiva
- Para abrir el espacio: siéntate con la espalda recta, coloca las manos en el mudra de plegaria y canta 3 veces Ong Namo Guru Dev Namo.
- Postura: sentado en postura Fácil, Sukhasana, con la espalda recta.
- Respiración: bloquea la fosa nasal derecha con el pulgar de la mano derecha, inhala lenta y profundamente a través de la fosa nasal izquierda, y queda manteniendo el aire dentro todo el tiempo que te sea posible. Después exhala también a través del lado izquierdo, sosteniendo la exhalación el mismo tiempo que con la inhalación.
- Ojos: cerrados y enfocados en el punto del entrecejo.
- Tiempo: 31 minutos.
- Para terminar: inhala profundo, sostén unos segundos el aire y exhala.
- Para cerrar el espacio: recita el Eterno Sol “que el Eterno Sol te ilumine, el amor te rodee y la luz pura interior, guíe tu camino” y canta 3 veces Sat Nam.