¿Cuáles son los beneficios del Yoga para el estrés?
Pese a que podría considerarse como la enfermedad de esta época, en realidad el estrés no es ninguna enfermedad.
Se trata en cambio de una condición natural y necesaria en el organismo, que nos permite reaccionar cuando estamos en peligro. Es como una alerta que nos avisa cada vez que hay una demanda o amenaza externa.
El problema es que a día de hoy las demandas que nos llegan del exterior son infinitas, todos podemos sentir fácilmente esa presión. Y, aunque no lo parezca, hasta cierto punto es positivo, porque eso nos mantiene vivos y alerta. Si desapareciera completamente la tensión de nuestras vidas nos relajaríamos hasta el punto de vivir anestesiados y sin ningún propósito ni objetivo.
Pero este estado de alerta a la vez necesita un tiempo de descanso y recuperación. Y aquí es donde fallamos todos.

Cuando el organismo lanza la señal de alarma, tenemos dos opciones, la conocida respuesta de “lucha o huye”. Sea cual sea nuestra decisión, necesitamos cierta energía para llevarla a cabo. De esta forma algunas funciones se ralentizan o frenan para ceder la energía que estaban empleando a esa respuesta que es más urgente e importante.
Es la forma natural que tiene el organismo para lidiar con el estrés. No hay ningún problema en ello. Siempre y cuando podamos relajarnos después para recuperarnos bien.
Algunas de las funciones que ceden su energía son tan importantes como la digestión o la defensa del organismo a través del sistema inmune. Por eso si no nos permitimos el tiempo de recuperación, los órganos se agotan por el sobre esfuerzo y aparecen las enfermedades. Cuando estamos sometidos a altos niveles de estrés, somos más vulnerables y caemos fácilmente enfermos. También nos sentimos agotados porque estamos invirtiendo toda nuestra energía vital en una respuesta continua a situaciones de estrés.
A través del yoga podemos ayudar al sistema nervioso y relajar la tensión acumulada. Pero lo más importantes es que podemos conocer nuestras respuestas y reacciones. Al ir tomando conciencia de uno mismo, podemos reconocer en qué momento nos tensamos.
Cada persona responde de forma diferente a la presión. Hay quien eleva los hombros y rigidiza el cuello, hay quien contiene la respiración, o la hace muy superficial, hay quien tensa el abdomen,…

Es importante reconocer cómo respondes tú para poder identificar esos patrones en el momento en que se estén produciendo. Así será más fácil gestionar todo de forma positiva. Cuando sientas que te estás contrayendo, o que estás frenando el flujo de tu respiración, tómate el tiempo de parar y recuperar tu centro.
Puedes hacer algún ejercicio de respiración, cantar un mantra o practicar algún deporte. El ejercicio físico es de gran ayuda.
Practicar yoga es especialmente beneficioso, ya que incluye el esfuerzo físico y el trabajo corporal, pero además incide de forma directa en el sistema glandular y el sistema nervioso. De esta forma es capaz de cambiar la bioquímica de todo tu organismo, favoreciendo un estado de tranquilidad, felicidad y plenitud.

Kundalini Yoga cuenta con muchas series y meditaciones específicas para relajar, aliviar el estrés y fortalecer el sistema nervioso. También te ayuda a tratar diferentes tipos de estrés y situaciones, dándote claves para superar un shock repentino, o el estrés continuo que creamos por el simple hecho de no poder controlar toda nuestra vida.
En realidad la relajación y el alivio del estrés son dos de los beneficios básicos que te va a aportar siempre, independientemente de la serie o meditación que elijas hacer.
