Postura de la Vela o Apoyo sobre los hombros
Salamba Sarvangasana: significado en sánscrito
El nombre de Postura de la Vela, tan conocido actualmente, no es más que un apodo para esta postura de yoga. Siendo rigurosos con su traducción debería llamarse «postura con todo el cuerpo soportado»
- Salamba – Apoyado, soportado
- Sarva – Completo
- Anga – Parte del cuerpo
- Asana – Postura
En la práctica de Kundalini Yoga, esta misma postura se conoce como “apoyo sobre los hombros”. Salamba Sarvangasana además aparece varios siglos atrás con otro nombre, Viparita Karani, que significa lo siguiente:
- Viparita – invertido, al contrario
- Karani – hacer
Aunque es curioso que a día de hoy Viparita Karani ha quedado como una variante más sencilla de Salamba Sarvangasana, ya que consiste en dejar toda la espalda apoyada en el suelo y apoyar las piernas estiradas sobre una pared.
Tipo de asana: postura invertida
La postura de la Vela es de las más conocidas en la práctica del Yoga. Aporta todos los beneficios de las posturas invertidas de yoga en cuanto a la mejora de la circulación sanguínea, el retorno linfático, la oxigenación de la sangre y los tejidos y la relajación del sistema nervioso. Este asana además supone un estiramiento muy intenso del cuello y la espalda, lo que ayuda a relajar la tensión.
En Salamba Sarvangasana es fundamental su correcta ejecución. En otras posturas puedes hacerlo más o menos profundo, pero no corres graves riesgos. En este asana sí, si no tienes cuidado puedes hacerte mucho daño en el cuello, por lo que debes hacerlo desde el máximo respeto.
Es clave entender la intención de la postura, ya que muchas personas buscan únicamente la imagen bonita y comprometen la seguridad poniéndose en riesgo.
Ten cuidado de seguir todas las indicaciones al realizarla, especialmente si padeces algún tipo de lesión.
Postura de la Vela: paso a paso
Para comenzar:
- Te colocas tumbado boca arriba en el suelo.
- Aplicas jalandhara bandha y metes la barbilla hacia dentro. Siente cómo estira la parte posterior del cuello.
- Bajas los hombros al suelo, y te aseguras de que los dos apoyen perfectamente.
- Doblas las piernas y apoyas la planta de los pies en el suelo.
Para entrar:
- Inhalas profundo.
- Con la exhalación traes las piernas hacia atrás y empiezas a despegar la espalda del suelo.
- Apoyas las manos sobe la espalda, dejando los codos en el suelo.
- Inhalando alargas la columna, la colocas totalmente recta y cargas todo el peso sobre los hombros.
- Activas todo el cuerpo.
- Cuando te sientas perfectamente estable con el peso sobre los brazos estira las piernas y busca crear una línea recta.
Para deshacer:
- Con una exhalación relajas lo primero las piernas.
- Doblas las rodillas y las vas acercando hacia la frente.
- Con una nueva exhalación aflojas la columna y redondeas la espalda.
- Muy despacio, de forma totalmente controlada, vas apoyando cada vértebra en el suelo. Hasta quedar tumbado boca arriba
- Puedes relajar en Savasana o con las rodillas abrazadas al pecho.
Puntos que debemos revisar
- Los dos hombros están siempre en contacto con el suelo, recuerda que son ellos quienes deben cargar todo el peso.
- La cabeza no se mueve ni se gira.
- Todo el cuerpo está contraído, cada músculo está activo.
- La columna está recta.
- Las manos apoyan en la parte superior de la espalda, lo más cerca posible del suelo.
- Los codos están lo más cerca posible del cuerpo.
Salamba Sarvangasana: errores comunes
- Es muy habitual mover la cabeza mientras se está en este asana, lo cual supone un riesgo enorme para el cuello. Debes mantenerte concentrado sin prestar atención a lo que hacen los demás. Pero si necesitas algo, es preferible que deshagas la postura, lo resuelvas, y después vuelvas a comenzar.
- El error principal es no entender la intención de la postura, y buscar simplemente una imagen espectacular.
- Entrar de cualquier manera. Es común que la persona no tenga la fuerza suficiente para levantar todo su peso, veremos cómo solucionarlo en las variantes más sencillas. Pero lo que no debes hacer nunca es empezar sentado y dejarte caer hacia atrás para aprovechar ese balanceo. Si no puedes construir la postura de forma controlada, no debes hacerla.
- Dejar la columna relajada, redondear la espalda y permitir que la cadera caiga formando un quiebro en la línea recta ideal.
- Tratar de facilitar este asana colocando un cojín bajo la cabeza. Esto hace que el cuello se vea forzado a estirar en un ángulo aún mayor. La solución es colocar una manta doblada bajo el tronco, de forma que al entrar en la postura los hombros queden apoyados sobre ella, pero la cabeza caiga más relajada.
Si quieres ir un poco más allá
- Prueba a mantener este asana con respiración de fuego.
- Puedes hacer una pequeña secuencia pasando de Salamba Sarvangasana a Halasana y después directamente a Setu Bandha Sarvangasana. Intenta mantener las manos todo el tiempo apoyadas en su posición y sentirás un estiramiento mucho más profundo.
- Hay muchas posturas de Hatha yoga que parten de esta posición y después cambian las piernas, colocándolas, por ejemplo en postura de loto, incluso llevándolas atrás (como en el Arado) mientras permanecen cruzadas.
Postura de la Vela: variantes más sencillas
Para poder construir este asana de forma segura puedes practicar primero con la ayuda de una pared:
- Empieza tumbado boca arriba, con las piernas estiradas y apoyadas sobre la pared.
- Asegúrate de que los glúteos y las piernas están pegados a la pared, no debe quedar nada de espacio. Y de que la colchoneta no resbale, ya que vas a hacer fuerza hacia atrás.
- Doblando las rodillas lleva la planta de los pies sobre la pared. Las espinillas deben quedar en paralelo al suelo.
- Presiona fuertemente los pies sobre la pared y aprovecha esa fuerza para despegar la espalda del suelo subiendo la cadera.
- Apoya las manos sobre la espalda, dejando los codos en el suelo.
- Mantén esta posición con la columna totalmente recta y todo el cuerpo activo.
- Tras un tiempo de práctica, cuando te sientas preparado, prueba a quitar un pie de la pared y estirar esa pierna recta.
- Puedes probar después con la pierna contraria.
- Continúa hasta conseguir levantar las dos.
Contraindicaciones
Esta postura no deben realizarla las mujeres embarazadas, durante los primeros días de la menstruación, así como las personas con problemas de hipertensión, vértigos, mareos o lesiones cervicales.
Si es tu situación, puedes obtener todo el beneficio de esta postura haciendo una opción muy fácil (Viparita Karani):
- Te colocas sentado de lado cerca de una pared.
- Dejándote caer con cuidado te tumbas boca arriba llevando la cadera hacia la pared.
- Extiendes las piernas, dejándolas rectas y sostenidas en la pared.
- Si no puedes mantener las piernas estiradas a la vez que los isquiones en la pared, separa un poco el cuerpo.
- Puedes colocar una manta doblada bajo la zona lumbar para aliviar la tensión de toda la zona pélvica y sacro.
- Las manos pueden quedar apoyadas sobre el ombligo, el corazón, o sobre el suelo con los brazos extendidos a los lados.
- También puedes colocar las piernas en Postura de Mariposa, o en Postura de Ángulo Abierto.