Con este nombre, Silencio y moderación, ya puedes imaginar la energía de esta clase. Se trata de ofrecerte un espacio amplio y sigiloso para que puedas profundizar la conexión contigo mismo, con el fin de ser más consciente de aquellas partes de ti mismo o de tu vida que drenan o fortalecen tu energía.
Y es que perdemos vitalidad cuando vivimos desde las prisas, cuando tratamos de controlar a los demás, o cuando creemos que debemos ser productivos continuamente. Pero al final todo ello forma parte de nuestro día a día, y cuando estamos en esas rutinas es difícil identificarlo. Por eso necesitamos frenar, coger distancia y escuchar atentamente nuestro interior. Que es justo lo que te ofrece esta práctica.
Es un trabajo muy sencillo que te ayudará a relajar la tensión y a encontrar nuevamente tu centro, devolviendo el equilibrio a tu día y a toda tu energía.
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