Con esta práctica vas a trabajar de forma dinámica, estirando profundamente todo tu cuerpo, para lograr la paz interior y la libertad emocional que tanto anhelas. Se trata de conectar contigo mismo y de cultivar la conciencia corporal y la respiración consciente, ya que gracias a ellas podrás liberar las emociones reprimidas, y sobre todo los efectos de su energía en tu cuerpo.
Vamos así a estimular el meridiano del hígado para concentrarnos de forma especial en la ira y la rabia, con posturas de mucha apertura y estiramiento en las piernas. Piensa que a medida que tu cuerpo se abre también lo hace tu coraza emocional, permitiéndote acceder a rincones ocultos de tu ser y sanar el origen de tus emociones. No siempre es cómodo, pero te aseguro que vale mucho la pena.
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