¿Sabes esa voz que está dentro de ti diciendo: todo está bien, simplemente relaja? Pues hoy vamos a hacerle caso. Y vamos a detenernos a disfrutar de una práctica amable y tranquila. Pensarás que todas las clases de Yin Yoga son así, pero esta en particular, vas a hacerla todo el tiempo tumbado boca arriba. Sí, directamente echado en el suelo, así que el esfuerzo se reduce al mínimo.
Puedes aprovechar cada postura para entrar en ti, para escucharte y dedicarte tiempo en silencio. A la vez que disfrutas de los suaves estiramientos. ¡No creerás la relajación que puedes alcanzar en tan poco tiempo! Espero de corazón que la disfrutes. Puedes identificarte y acceder, o suscribirte para formar parte y disfrutar de todo el contenido.
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