La consistencia es una cualidad a la que no solemos prestar mucha atención, pero que es esencial para construir una vida equilibrada y auténtica. Ser consistente significa tener una continuidad emocional y espiritual en cada momento de nuestra vida, de manera que nuestras acciones, pensamientos y emociones estén alineados.
Sin embargo, en el día a día, es fácil que nuestras emociones y funciones entren en conflicto, generando comportamientos e impulsos inconsistentes que pueden afectar tanto nuestro bienestar como nuestras relaciones.
En esta clase vamos a cultivar una mayor consistencia interior. Al conectar nuestras distintas partes a través de la respiración y el movimiento consciente, podemos lograr una coherencia que nos permita actuar de acuerdo con nuestras verdades y fortalecer la confianza, tanto en nosotros mismos como en los demás.
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