Aunque nos cueste reconocerlo, vivimos rodeados de toxinas. Algunas nos llegan a través de la comida, el aire o el agua, y otras las creamos nosotros mismos en procesos como la respiración o la digestión. El cuerpo está preparado para eliminarlas, pero nunca le viene mal una ayuda, por eso en esta clase vamos a estar purificando la piel.
Es el órgano más grande del cuerpo y se llega a considerar como un pulmón más (en el vídeo de presentación te hablo de la relación tan estrecha que tiene con los pulmones). De ahí que toda la práctica de hoy esté basada en las posiciones de los brazos y la respiración, especialmente en la respiración de fuego.
El elemento fuego nos ayuda a purificar a todos los niveles, por lo que con esta corta clase tienes la oportunidad de limpiar tu piel para eliminar todo lo que esté obstaculizando el flujo de energía y de sustancias a través de ella. ¡Te sentirás genial! Puedes identificarte y acceder, o suscribirte para formar parte y disfrutar de todo el contenido.
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