Esta práctica de Yin Yoga es ideal para la luna llena (aunque puedes hacerla siempre que quieras), invitándote a aprovechar la luz para observar con más claridad. También la luna llena es el momento de cerrar el ciclo y recoger los frutos, por lo que es una oportunidad magnífica para poner más conciencia en este tiempo de culminación y realización.
Físicamente es un trabajo muy suave y sencillo, basado en posturas de flexión anterior, que junto a la respiración consciente, te permitirán relajar el sistema nervioso y eliminar la tensión física. Perfecto para compensar el exceso de energía en el exterior, con calma y tranquilidad dentro de ti.
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