Gracias a la digestión podemos transformar la comida que ingerimos en energía y nutrientes ricos para nuestro organismo. Este proceso es largo y en realidad en él intervienen diferentes funciones, como la deglución, la absorción, la asimilación o la eliminación.
Por si fuera poca complejidad, de su calidad dependen todos los aspectos de nuestra vida, ya que todo en nosotros está conectado, y en el proceso de la digestión se ven afectados también nuestro estado de ánimo, inmunidad, descanso,…
Hay muchos factores psicológicos y energéticos que afectan de forma negativa a la digestión, como ciertas emociones o el estrés. Y a la vez una buena digestión ayuda a reducir la inflamación y la tensión del organismo, favoreciendo que haya más energía a tu disposición para otras funciones o actividades.
Por ello es fundamental cuidarla, y la buena noticia es que el Yoga es una práctica ideal para ello, ya que permite restablecer el flujo correcto de energía a lo largo de todo el aparato digestivo, a la vez que alivia la tensión y el estrés. Son muchos los beneficios que te aporta, si te interesa este tema te recomiendo leer mi artículo “Yoga para la digestión”.
En este curso vamos a trabajar con las mejores prácticas de Yoga para beneficiar de forma general todo el proceso, vamos a aprender las recomendaciones básicas a la hora de cocinar, ingerir y eliminar los alimentos, y como siempre, vamos a aprender sobre el significado emocional de los problemas digestivos.
Casi todo el mundo sufre en algún momento problemas con la digestión, de hecho, muchas personas sufren a diario las consecuencias de una mala digestión sin ni siquiera ser conscientes de ello, ya que han normalizado completamente esa situación. Pero lo cierto es que sentirse cansado, tener demasiados gases, acidez o hinchazón después de comer no es normal, y mucho menos saludable. Los alimentos que tomamos deberían ayudarnos a sentirnos sanos y enérgicos, no todo lo contrario.
Con este curso te invito a conocer con más profundidad tu digestión, y a cuidarla para mantenerla sana y equilibrada. Todas las clases te ayudarán a ello, pero como siempre, si te interesa trabajar este tema en profundidad te recomiendo que lo hagas a través de Kundalini Yoga, ya que para mí es la técnica más rápida y efectiva.
Así comenzamos con “Nabhi Kriya para la digestión”, concentrados en la zona del abdomen, para conocer la importancia del punto Nabhi, a la vez que lo estimulamos de forma profunda, ya que es la verdadera clave para tener una buena digestión.
Después quiero compartir contigo un recurso que puede salvarte en caso de “Emergencia digestiva”. Es un ejercicio especial para hacer después de comer cuando te encuentras mal por una digestión pesada, exceso de comida o indigesto por cualquier motivo.
También vamos a dedicar tiempo a hablar de la eliminación, ya que es una parte fundamental que solemos pasar por alto, y la vamos a cuidar en la clase “Digestión y eliminación”. Se trata de una práctica muy sencilla, ideal para principiantes, en la que de forma suave vas a estimular el aparato digestivo, y de forma especial, el tránsito intestinal.
Y por último tenemos una clase más enfocada a la sanación, “Eliminando problemas gástricos”. Ideal si quieres trabajar de forma profunda, ya que supone un trabajo intenso para el abdomen, activando de nuevo el punto Nabhi.
Cambiando de estilo, vas a tener otra oportunidad para aprender y trabajar con el punto Nabhi, en la clase “Hatha Yoga para Nabhi”, esta vez estimulándolo de una forma más suave a través de diferentes estiramientos y asanas.
Ya hemos hablado en otras clases de cómo las torsiones ayudan a la digestión, por lo que no podían faltar aquí. En la clase “Posturas de torsión” nos concentramos en ellas para masajear y nutrir todos los órganos en el abdomen.
También vamos a ayudarnos de las posturas de flexión anterior en la clase “Flexionar para relajar”, que de nuevo te ayudará a favorecer y estimular la digestión, a la vez que dejas ir toda la tensión de tu cuerpo.
Y por último disfrutaremos de una suave práctica de “Yin Yoga para la digestión”, en la que además de beneficiar al aparato digestivo encontrarás el espacio y la paz que tu cuerpo y mente necesitan para asimilar y digerir todo lo que ocurre en tu día a día.